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MADRID, 07 (SERVIMEDIA)
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, se comprometió este lunes a “sacar de la oscuridad el trabajo de los cuidados” y “garantizar que las personas que nos cuidan sean valoradas.”
Así se pronunció en un acto para conmemorar el 10º aniversario del Convenio 189 de la OIT sobre Trabajo Decente para los Trabajadores Domésticos, en el que también participó la ministra de Igualdad, Irene Montero; el presidente de la Asociación Española de Servicios Personales y Domésticos (Aesped), Javier Benavente, así como representantes de ONG y de sindicatos.
Belarra calificó de “reto” mejorar el sector de los cuidados porque los derechos de estos trabajadores “se han quedado fuera de las políticas públicas durante años”. “Desde el Gobierno de España tenemos que realizar un esfuerzo mayor para que las trabajadoras del hogar sean tratadas de la misma manera que el resto de los trabajadores de este país”, aseveró la titular de Derechos Sociales.
Belarra recordó que “la pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de los cuidados, que son esenciales, los necesitamos para seguir viviendo. Son imprescindibles para el sostenimiento de la sociedad. En tiempos difíciles tenemos que cuidarnos los unos a los otros, aunque estos cuidados siempre recaen en mujeres , que trabajan en precario”.
Asimismo la ministra abogó por “transformar los cuidados de larga duración y poner en marcha un plan de choque en la atención a la dependencia que revierta los recortes del PP".
Por último, resaltó que su departamento ya está trabajando en un rediseño del cuidado de personas mayores y dependientes. Cambiar el actual modelo residencial por el de los cuidados en los domicilios, que es lo que prefieren los afectados
También tomó la palabra en representación de las empleadas del hogar Blanca Vasquez, una pedagoga colombiana que se gana la vida en España cuidando a una persona mayor en su casa y relató cómo es su vida, “sin horarios porque dependo de la persona que cuido”, con dolores de espalda porque ese cuidado le exige un gran esfuerzo físico y sin tiempo libre, “las tardes de los domingos”. Vasquez concluyó su discurso diciendo: “No soy tu chacha, ni tu sirvienta, soy una trabajadora que cuida de personas”.
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