MADRID, 31 (SERVIMEDIA) El Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) ha medido la fatiga durante la conducción con el objetivo de mejorar la seguridad vial y evitar los accidentes de tráfico que proliferan coincidiendo, por ejemplo, con la operación salida de vacaciones. Durante las pruebas realizadas a los conductores en un simulador de conducción del Laboratorio de Automoción del IBV se ha comprobado si era posible detectar el nivel de somnolencia a través de ciertas variables del vehículo (control lateral y de la velocidad), así como con señales fisiológicas (movimientos oculares, la respiración y el ritmo cardiaco) que podrían dar lugar a nuevas tecnologías no invasivas para medir la fatiga. Según informó el Instituto de Biomecánica, la somnolencia durante la conducción es uno de los grandes problemas de seguridad vial, siendo la causa principal de más del 20% de los accidentes graves con víctimas mortales en carretera. De ahí que los principales fabricantes de componentes de automoción tengan entre sus prioridades el desarrollo de sistemas de detección de somnolencia y de algoritmos que permitan predecirla antes de que el riesgo de accidente sea inminente. Según el IBV, la medición de señales fisiológicas del conductor es especialmente útil para obtener información detallada sobre la respuesta del cuerpo durante el ciclo del sueño. "Esta información va más allá de los sistemas habituales, que simplemente detectan si la conducción se encuentra alterada por el sueño (por ejemplo, desviaciones del carril, maniobras bruscas del volante o cambios irregulares de velocidad), y son indicadores potencialmente muy útiles para anticiparse a la situación de riesgo inminente", explicó el director de Automoción y Medios de Transporte del Instituto de Biomecánica, José Solaz. Las pruebas realizadas han permitido estudiar cómo reaccionan los conductores en condiciones de somnolencia cuando se les induce la fatiga pero intentan mantenerse despiertos. Los periodos alternos y relativamente cortos de fatiga y sueño incipiente observados son una buena aproximación a los típicos episodios de "microsueño" que se dan al volante y que causan gran parte de los accidentes por fatiga en carretera. La señal de control, formada por una combinación de la actividad cerebral, visual y el comportamiento observado al volante, se ha comparado con las variables de conducción consideradas por muchos dispositivos de detección de somnolencia en desarrollo, así como con variables fisiológicas que podrían ser más fáciles de medir. Además, durante la investigación del IBV se ha comprobado que el ritmo cardiaco y la respiración se encuentran relacionados con los cambios en el estado del conductor y que existen buenas expectativas para medir estas variables fisiológicas con medios no invasivos.
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