Alianza Editorial fue fundada en 1966 y su primera colección, ‘El libro de bolsillo’, tenía como finalidad servir a las aspiraciones intelectuales de la sociedad española del momento y constituirse como referencia para venideras generaciones de lectores. Un propósito loable y no demasiado difícil de alcanzar en aquella España de la Dictadura, donde no menudeaban ofertas culturales tan interesantes como ésta, aunque de dificultosa realización a consecuencia de las trabas «legales», léase censura, que imponía la administración franquista. Por aquella colección de volúmenes con tamaño reducido, desfilaron autores tan importantes como Kafka, Borges, Baroja, «Clarín», Proust, Jean Rostand, Hesse, Bulgákov, Delibes, García Lorca, Camus, Brecht o Heine. Veintidós años más tarde, en 1988, apareció ‘Alianza Cuatro’, que inauguró su singladura por el mundo de la cultura escrita con la publicación de ‘León el Africano’ del escritor franco-libanés Amín Maalouf. En esta colección encontraron refugio una gavilla de autores que gozan de un enorme prestigio en la actualidad como son Yasmina Khadra, Tariq Ali, Sarah Hall, Juan Madrid, Yukio Mishima o Ismaíl Kadaré, entre otros muchos. Y es precisamente del cogollo de esta colección, de donde Alianza ha extraído los parámetros básicos para diseñar ‘Alianza Literaturas’, su nueva oferta, lectora y plural, en la que los autores serán los protagonistas, también en el aspecto formal. Para hablar sobre este hecho, pude contactar con Valeria Ciompi, directora de Alianza Editorial y Marta Barrio, responsable de ‘Alianza Literaturas’, que respondieron mis preguntas al alimón.
A lo largo del tiempo, ¿qué ha significado para Alianza Editorial la trayectoria seguida por una colección tan emblemática como ‘El libro de bolsillo’?
‘El libro de bolsillo’, la primera colección con la que salió a la luz pública Alianza Editorial en 1966, encarna las señas de identidad del proyecto que creara José Ortega Spottorno junto con editores como Javier Pradera, Jaime Salinas o el diseñador Daniel Gil: libros para todos los lectores y de todos los géneros, desde clásicos a autores contemporáneos, desde obras de pensamiento a libros de cine o de gastronomía, con el fin de constituir una especie de biblioteca para el lector deseoso de conectar con el mundo que le rodea y de encontrar en ella, más allá del placer de la lectura, herramientas que contribuyan a construir un pensamiento independiente y crítico. Esa impronta tan fuerte, que se ha ido consolidando con la formación del catálogo, es la que sigue inspirando e informando el trabajo de edición en Alianza, sin desdeñar los aspectos formales y sin distinción de géneros ni temáticas.
Tras ‘El libro de bolsillo’ y ‘Alianza Cuatro’, ahora se pone en marcha un nuevo proyecto: ‘Alianza Literaturas’, ¿qué características o que requisitos han de incluir los libros, o los autores, que integren esta nueva propuesta editorial?
El criterio inicial es la literatura. Estamos sumergidos por una avalancha de términos que matizan, definen, circunscriben lo que llamamos ficción. En los últimos años se habla de literatura literaria, lo cual empieza a ser un auténtico disparate. Se trata de identificar una voz, un contenido, un estilo, una historia que interpele al lector de ahora, que aporte en primer lugar el placer de la lectura. Hay una calidad de página inconfundible al abrir un libro. Luego, cada lector tendrá sus preferencias y sus gustos personales, pero le invitamos a correr el riesgo de adentrarse en ese mundo de experiencia que es un texto literario, de abrirse a esa experiencia. El objetivo puede sonar inconcreto, pero la idea es publicar libros que aporten, que estimulen, que abran ventanas al mundo emocional, físico o imaginario. Cada libro debería constituir una experiencia que invite a adentrarse en otras experiencias de lectura. Esa es la aspiración. El criterio es única y exclusivamente la calidad. Queremos reivindicar el placer de la lectura, y el poder de la literatura para evocar, e invocar, trasladando al lector a un viaje por la capacidad de imaginación y fábula del ser humano. Son libros que apelan a nuestro estar en el mundo, que nos interpelan, y nos conmueven. Libros que tocan fibras escondidas en nuestro ser. Y con cuya lectura, sobre todo, hayamos disfrutado enormemente. Libros con vocación de clásicos, que resistan el embate del tiempo y las modas pasajeras. Libros de cabecera, a los que volver una y otra vez. Libros que nos hagan pensar, que nos acompañen durante días después de haberlos leído. Libros que se puedan abrir al azar, por cualquier página, y que nos atrapen con la magia de las palabras, con una frase rotunda, un requiebro ingenioso. Libros que proporcionen al lector una balsa a la que aferrarse en tiempos convulsos para no naufragar.
‘Alianza Literaturas’ incrementa el fondo de catálogo de la editorial, ese banco de crédito que avala sus propuestas ante los lectores, ¿qué supone para Alianza disponer de un fondo de catálogo tan importante?
El editor es su catálogo. La relación de confianza con los lectores, y antes de ellos con los libreros, se va consolidando título a título. Es un elemento muy válido a la hora de estimular la curiosidad del lector hacia obras o autores para él desconocidos, pero que vienen avalados por un sello. O así debería ser.
‘Alianza Literaturas’ ha sido diseñada por Manuel Estrada, Premio Nacional de Diseño 2018 y Premio Good Design del Atheneum de Chicago, vinculado desde 2008 a la renovación gráfica de ‘El libro de bolsillo’, ¿la colección albergará títulos ya publicados, de autores consagrados, o también contará con obras inéditas de autores nuevos?
Ambas coexistirán. Las nuevas ediciones de obras ya publicadas irán siempre acompañadas por algo más: desde una nueva traducción, a una relectura a cargo de un autor de ahora a modo de prólogo que pueda servir de puente para los nuevos lectores. Las voces nuevas son casi una obligación. Dar cuenta de la narrativa que se está escribiendo en todo el mundo ahora mismo, seleccionar textos de calidad que tengan algo que decir a los lectores de aquí. Un reto apasionante que está ya dando sus primeros frutos. Entre la media docena de libros recién contratados para la colección, ya hay varios que han sido reconocidos en las últimas semanas en la selección de los premios internacionales literarios e independientes más prestigiosos.
Así pues, ‘Alianza Literaturas’ mezclará obras de fondo de catálogo, siempre imprescindibles, con títulos de nueva creación y autores como Torrente Ballester o Marguerite Duras compartirán espacio con Paola Masino, Mazen Maarouf, Andrée A. Michaud, Yukiko Motoya, David Chariandy, Enrique del Risco y José Rodríguez Plocia. ¿La colección va dirigida a algún segmento particular de lectores?
En realidad, la buena literatura siempre tiene varios niveles de lectura. Pongamos un libro como ‘Bondrée’ de Andrée Michaud, entre los primeros publicados en ‘Alianza Literaturas’, o ‘Turcos en la niebla’ de Enrique Del Risco (XX Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones). Ambas obras transitables por cualquier tipo de lector. En ambas hay una primera lectura de puro entretenimiento. En ‘Bondrée,’ seguir la pista de la investigación de dos asesinatos en un bosque en la frontera entre Canadá y Estados Unidos y en la segunda vivir las peripecias y aventuras de un grupo de exiliados en New Jersey. Un primer nivel de lectura absolutamente entretenido, accesible y satisfactorio. Pero detrás de esa primera capa hay, en el caso de ‘Bondrée’, una emocionante descripción de un territorio misterioso que es casi un personaje más de la novela, y que es también el territorio perdido de la infancia, y en ‘Turcos en la niebla’ reflexiones que van desde el arte a la política, desde la historia de nuestro siglo a la constante redefinición de la identidad que es casi la característica más compleja del exilio; y en ambas también la riqueza del lenguaje, el encuentro de la expresión y las imágenes que estimulan.
Y también tendrán cabida títulos reconocidos con prestigiosos premios del panorama literario español, como el Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones, ¿qué le aporta a ‘Alianza Literaturas’ la presencia de obras premiadas?
El Premio Quiñones es una plataforma de descubrimiento de obras y autores. A lo largo de sus veinte años de existencia, han sido premiadas obras de escritores tanto españoles como latinoamericanos, algunos de ellos poco conocidos hasta entonces, otros, autores con una sólida carrera literaria. La decisión de un jurado, tanto en el caso del Premio Quiñones como de otros premios internacionales, de alguna manera ayuda a validar el criterio del editor y arroja un poco más de luz sobre una obra. A veces lo más difícil, o lo más arduo de la tarea del editor es conseguir poner un texto en contacto con sus lectores potenciales. Los premios ayudan, además de constituir una manera muy válida para otorgarle al autor un cierto respiro económico que le permite una mayor libertad para seguir ejerciendo su labor de creación.
La colección ‘Alianza Literaturas’ comenzó a publicarse en el pasado mes de febrero y se inició con ‘Hermano’ de David Charlandy, premiada con el Roger Writer’s Fiction Prize (2017) y el Premio Libro de Toronto (2019); a la que siguió ‘Bondrée: la frontera del bosque’, novela negra, galardonada con el Prix des Lecteurs du Quai du Polar, Prix Littéraire du Gouverneur Général, Prix Saint Pacôme du roman policier y Prix Rivages des Libraires, entre otros; la tercera entrega fue: ‘La saga/fuga de J.B.’, un clásico de Gonzalo Torrente Ballester con nueva maquetación y formato. Los siguientes títulos anunciados para el presente mes de marzo son ‘Turcos en la niebla’ de Enrique del Risco; ‘Ave, ciudadano’ de José Rodríguez Plocia y ‘Chistes para milicianos’ de Mazen Maarouf. Y en abril aguardan su salida a las librerías ‘Kramp’ de María José Ferrada y ‘El dolor’ de Marguerite Duras.
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