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Etiquetas | Entrevista | Carlos Aponte | Escritor | Venezuela | Novela
Entrevista al escritor venezolano, con motivo de su libro «El gran Mizusan»

Carlos Aponte: «Si llega al gran público, (la novela) será muy polémica»

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Carlos Aponte es un escritor venezolano que se considera español de vocación y almeriense de adopción. Tiene actualmente dos libros publicados: 14 relatos y pico y El gran Mizusan.


Portada


1– El gran Mizusan está gustando mucho a los lectores y ellos tienen una gran duda: ¿Cuánto de real hay en esta historia, Carlos? ¿Ha existido El gran Mizusan? ¡Algunos lectores incluso han buscado si había noticias sobre el caso!

Me alegra mucho oír que haya gente investigando sobre El Gran Mizusan, porque quiere decir que conseguí construir un personaje verosímil. Afortunadamente no ha existido, es 100% ficción, tanto el personaje, como la trama.


2– ¿Qué opinas personalmente sobre la ley Weiss y sobre otras leyes alrededor de ciertos temas polémicos?

No puedo dar una opinión, ni a favor, ni en contra. Depende de las circunstancias. En general no soy muy partidario de las prohibiciones, creo que se consigue más educando, informando e incluso regulando. Tampoco creo que la información y la prohibición tengan que ser medidas contrapuestas, podrían complementarse. Probablemente el problema con las prohibiciones esté en que muchas veces recurre a ellas como un atajo para evitar afrontar las complejidades, debates y acuerdos que implica regular, informar y educar.


3– ¿Cómo te has documentado para un tema tan delicado?

Afortunadamente internet facilita muchísimo el trabajo de documentación. Un libro equivalente no lo hubiera podido escribir hace treinta años, habría necesitado disponer de muchos recursos o de la colaboración de asesores expertos en varias materias. También ayuda mucho defenderse bien en inglés, ya que mucha de la información que necesitaba está solo en ese idioma, en forma de noticias, reportajes y documentales.


Toda esa investigación me sirvió para poder crear un contexto verosímil, pero que no es real. Cualquier experto en temas judiciales, policiales, carcelarios y psiquiátricos, se dará cuenta de que en nuestra realidad las cosas no son tal como las pinto, pero sí lo suficientemente parecidas como para que hubieran podido ser así.


4– Si tuvieras que contarnos personalmente tu libro, sin hacer spoiler de la trama, ¿qué dirías?

Es una novela distópica de ciencia ficción, pero que no pinta un futuro posible (que es lo propio en las distopías), sino un pasado reciente que pudo haber sido. La narradora, una periodista especializada en casos de abusos infantiles cuenta cómo, cuando quiere darle un giro a su carrera profesional se ve arrastrada a cubrir el caso más sonado de abusos a menores en la historia de los Estados Unidos.


Entre Alan Steinmann, el CEO de una gran empresa tecnológica y Jorge Pedraza, el jefe de la Unidad de Investigación contra la Explotación Infantil del FBI, han creado una página web de contenido pedófilo falso llamada tendercandy.com, para atraer delincuentes a los que luego dar caza. Esa web puede mantenerse indexada gracias a una controvertida ley impulsada por el senador Patrick Weiss, que regula algunas actividades, que hasta entonces se habían intentado prohibir sin éxito.


Paul Blackmouth es un pederasta, maquinador, egocentrista y despreciable, con cierto talento para la magia, de la que se vale para cazar y a sus víctimas: menores indefensos, a los que somete con la extrema maldad y crueldad que lo define. Ha creado un alter ego para cometer sus delitos: un mago que se hace llamar El Gran Mizusan.


Éste sujeto es atrapado por el FBI gracias al seguimiento de su actividad en tendercandy.com. Su arresto permite atrapar a una enorme cantidad de pederastas y el rescate de muchos menores.

Gracias a su astucia, el Gran Mizusan consigue urdir un plan para escapar de la cárcel e intentar vengarse de los responsables de su arresto.


Es una novela que plantea varios debates morales:¿Cuáles podrían ser las mejores políticas para reducir el número de agresiones sexuales a menores? ¿Qué responsabilidad tienen los medios de comunicación, las empresas tecnológicas y las redes sociales en la normalización de conductas aberrantes? ¿El fin justifica los medios? ¿Sabemos a qué están expuestos nuestros hijos?


5– Hay escenas que han volado la cabeza a los lectores y tienen muchas ganas de saber cómo se te han ocurrido esas ideas… ¿De dónde sacas la inspiración?

Sinceramente, no lo sé. Varias veces el libro me llevó a atolladeros argumentales que no sabía cómo resolver y pasaba meses sin escribir una sola palabra. En esas ocasiones pensaba que no sería capaz de terminar la historia, pero, cuando menos lo esperaba, me llegaba el momento ¡Eureka! en el que se me ocurría la forma de seguir adelante. Creo que, sin que yo fuera consciente, alguna recóndita región de mi cerebro seguía trabajando en buscar cómo desenredar la madeja, y, que algún detalle del día a día que podría ser insignificante, servía de detonante para terminar de urdir una solución. Eso me pasó unas cuantas veces.


6– ¿Crees que hoy en día sería posible que los medios de comunicación y la tecnología ayudasen tanto para atrapar a un delincuente como El gran Mizusan?

Creo que las grandes compañías tecnológicas y los medios colaboran activamente con la policía para atrapar todo tipo de delincuentes, como es normal. También es sabido que los mayores criminales van dos pasos por delante de la policía, porque tienen muchos más recursos. Lo que no creo posible, por lo menos en Europa, es que una institución del estado monte un entramado al margen de a ley, que sirva para atraer delincuentes y entonces darles caza, que es lo que plantea el libro. Tampoco creo que sea posible en Estados Unidos, aunque allí las leyes sobre protección de datos son muchísimo más laxas y por eso la historia resulta verosímil en ese contexto.


7– El final… es muy fuerte. Y deja muchas incógnitas, también. ¿Quieres añadir algunas palabras sobre el final?

No estoy de acuerdo con que deje muchas incógnitas. Aunque acabe de forma abrupta se dan todas las claves para que el lector termine de atar todos los hilos sueltos. No creo que quede nada sin resolver. También es el lector quien debe sacar sus conclusiones morales, yo como escritor no tomo posición, simplemente planteo las preguntas.


8– ¿Crees que El gran Mizusan puede ser una novela polémica?

No me cabe duda de que, si llega al gran público, será muy polémica. Si por el contrario no pasa de ser una más de las decenas de miles de novelas que se publican en España al año, sin pena ni gloria, entonces no pasará de ser una anécdota.


9– ¿Te gustaría que tu libro diese el salto a una gran editorial? ¿Cuál o cuáles?

Creo que he escrito una novela de fácil lectura (a pesar de lo peliagudo de su planteamiento), muy entretenida, que engancha desde el principio y que resulta interesante, sin grandes pretensiones intelectuales. Me gustaría ver mi libro en aeropuertos y estaciones de tren, en la sección de libros de los supermercados, en las librerías generalistas de los centros comerciales… en fin, me gustaría llegar al gran público y publicar con alguna de las pocas editoriales que tienen ese poder de distribución en España.


Para realizar esta entrevista hemos contado con la colaboración de la bookstagrammer @parrafosenlaluna.

Carlos Aponte: «Si llega al gran público, (la novela) será muy polémica»

Entrevista al escritor venezolano, con motivo de su libro «El gran Mizusan»
Eva Fraile Rodríguez
miércoles, 14 de junio de 2023, 09:13 h (CET)

Carlos Aponte es un escritor venezolano que se considera español de vocación y almeriense de adopción. Tiene actualmente dos libros publicados: 14 relatos y pico y El gran Mizusan.


Portada


1– El gran Mizusan está gustando mucho a los lectores y ellos tienen una gran duda: ¿Cuánto de real hay en esta historia, Carlos? ¿Ha existido El gran Mizusan? ¡Algunos lectores incluso han buscado si había noticias sobre el caso!

Me alegra mucho oír que haya gente investigando sobre El Gran Mizusan, porque quiere decir que conseguí construir un personaje verosímil. Afortunadamente no ha existido, es 100% ficción, tanto el personaje, como la trama.


2– ¿Qué opinas personalmente sobre la ley Weiss y sobre otras leyes alrededor de ciertos temas polémicos?

No puedo dar una opinión, ni a favor, ni en contra. Depende de las circunstancias. En general no soy muy partidario de las prohibiciones, creo que se consigue más educando, informando e incluso regulando. Tampoco creo que la información y la prohibición tengan que ser medidas contrapuestas, podrían complementarse. Probablemente el problema con las prohibiciones esté en que muchas veces recurre a ellas como un atajo para evitar afrontar las complejidades, debates y acuerdos que implica regular, informar y educar.


3– ¿Cómo te has documentado para un tema tan delicado?

Afortunadamente internet facilita muchísimo el trabajo de documentación. Un libro equivalente no lo hubiera podido escribir hace treinta años, habría necesitado disponer de muchos recursos o de la colaboración de asesores expertos en varias materias. También ayuda mucho defenderse bien en inglés, ya que mucha de la información que necesitaba está solo en ese idioma, en forma de noticias, reportajes y documentales.


Toda esa investigación me sirvió para poder crear un contexto verosímil, pero que no es real. Cualquier experto en temas judiciales, policiales, carcelarios y psiquiátricos, se dará cuenta de que en nuestra realidad las cosas no son tal como las pinto, pero sí lo suficientemente parecidas como para que hubieran podido ser así.


4– Si tuvieras que contarnos personalmente tu libro, sin hacer spoiler de la trama, ¿qué dirías?

Es una novela distópica de ciencia ficción, pero que no pinta un futuro posible (que es lo propio en las distopías), sino un pasado reciente que pudo haber sido. La narradora, una periodista especializada en casos de abusos infantiles cuenta cómo, cuando quiere darle un giro a su carrera profesional se ve arrastrada a cubrir el caso más sonado de abusos a menores en la historia de los Estados Unidos.


Entre Alan Steinmann, el CEO de una gran empresa tecnológica y Jorge Pedraza, el jefe de la Unidad de Investigación contra la Explotación Infantil del FBI, han creado una página web de contenido pedófilo falso llamada tendercandy.com, para atraer delincuentes a los que luego dar caza. Esa web puede mantenerse indexada gracias a una controvertida ley impulsada por el senador Patrick Weiss, que regula algunas actividades, que hasta entonces se habían intentado prohibir sin éxito.


Paul Blackmouth es un pederasta, maquinador, egocentrista y despreciable, con cierto talento para la magia, de la que se vale para cazar y a sus víctimas: menores indefensos, a los que somete con la extrema maldad y crueldad que lo define. Ha creado un alter ego para cometer sus delitos: un mago que se hace llamar El Gran Mizusan.


Éste sujeto es atrapado por el FBI gracias al seguimiento de su actividad en tendercandy.com. Su arresto permite atrapar a una enorme cantidad de pederastas y el rescate de muchos menores.

Gracias a su astucia, el Gran Mizusan consigue urdir un plan para escapar de la cárcel e intentar vengarse de los responsables de su arresto.


Es una novela que plantea varios debates morales:¿Cuáles podrían ser las mejores políticas para reducir el número de agresiones sexuales a menores? ¿Qué responsabilidad tienen los medios de comunicación, las empresas tecnológicas y las redes sociales en la normalización de conductas aberrantes? ¿El fin justifica los medios? ¿Sabemos a qué están expuestos nuestros hijos?


5– Hay escenas que han volado la cabeza a los lectores y tienen muchas ganas de saber cómo se te han ocurrido esas ideas… ¿De dónde sacas la inspiración?

Sinceramente, no lo sé. Varias veces el libro me llevó a atolladeros argumentales que no sabía cómo resolver y pasaba meses sin escribir una sola palabra. En esas ocasiones pensaba que no sería capaz de terminar la historia, pero, cuando menos lo esperaba, me llegaba el momento ¡Eureka! en el que se me ocurría la forma de seguir adelante. Creo que, sin que yo fuera consciente, alguna recóndita región de mi cerebro seguía trabajando en buscar cómo desenredar la madeja, y, que algún detalle del día a día que podría ser insignificante, servía de detonante para terminar de urdir una solución. Eso me pasó unas cuantas veces.


6– ¿Crees que hoy en día sería posible que los medios de comunicación y la tecnología ayudasen tanto para atrapar a un delincuente como El gran Mizusan?

Creo que las grandes compañías tecnológicas y los medios colaboran activamente con la policía para atrapar todo tipo de delincuentes, como es normal. También es sabido que los mayores criminales van dos pasos por delante de la policía, porque tienen muchos más recursos. Lo que no creo posible, por lo menos en Europa, es que una institución del estado monte un entramado al margen de a ley, que sirva para atraer delincuentes y entonces darles caza, que es lo que plantea el libro. Tampoco creo que sea posible en Estados Unidos, aunque allí las leyes sobre protección de datos son muchísimo más laxas y por eso la historia resulta verosímil en ese contexto.


7– El final… es muy fuerte. Y deja muchas incógnitas, también. ¿Quieres añadir algunas palabras sobre el final?

No estoy de acuerdo con que deje muchas incógnitas. Aunque acabe de forma abrupta se dan todas las claves para que el lector termine de atar todos los hilos sueltos. No creo que quede nada sin resolver. También es el lector quien debe sacar sus conclusiones morales, yo como escritor no tomo posición, simplemente planteo las preguntas.


8– ¿Crees que El gran Mizusan puede ser una novela polémica?

No me cabe duda de que, si llega al gran público, será muy polémica. Si por el contrario no pasa de ser una más de las decenas de miles de novelas que se publican en España al año, sin pena ni gloria, entonces no pasará de ser una anécdota.


9– ¿Te gustaría que tu libro diese el salto a una gran editorial? ¿Cuál o cuáles?

Creo que he escrito una novela de fácil lectura (a pesar de lo peliagudo de su planteamiento), muy entretenida, que engancha desde el principio y que resulta interesante, sin grandes pretensiones intelectuales. Me gustaría ver mi libro en aeropuertos y estaciones de tren, en la sección de libros de los supermercados, en las librerías generalistas de los centros comerciales… en fin, me gustaría llegar al gran público y publicar con alguna de las pocas editoriales que tienen ese poder de distribución en España.


Para realizar esta entrevista hemos contado con la colaboración de la bookstagrammer @parrafosenlaluna.

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