Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | España | Panorama general | ola de calor | Deporte | OCIO
El enrarecido tiempo social y político que se respira no parece cambiar al mismo ritmo que lo está haciendo el de la naturaleza

​El clima que no cambia

|

El período vacacional que normalmente coincide con la canícula veraniega de los meses estivales, suele ser útil para que los padres “disfruten” con sus hijos e hijas de unos días de convivencia familiar, alejados de los lugares de sus habituales ocupaciones laborales o para dedicarlo también a otras actividades culturales como el goce y disfrute de la naturaleza, la lectura, el deporte o simplemente cultivar más intensamente las relaciones personales.


Sin embargo el enrarecido clima social y político que se respira no parece cambiar al mismo ritmo que lo está haciendo el de la naturaleza que nos está dejando este verano unas temperaturas tan elevadas que algunos ya se atreven a calificar exageradamente de apocalípticas. Lo que sí me atrevería calificar como tal es la violencia que se ha desatado en nuestra sociedad: “ La familia de Daniel Sancho, el joven chef español encarcelado en Tailandia tras confesar que había asesinado y descuartizado a su amigo Edwin Arrieta, cirujano colombiano de 44 años, siente mucho el fallecimiento de Edwin… ” (El País 10/8/2023). Desde hace cinco días esta truculenta noticia abre los informativos de todas las cadenas de radio y televisión. ¿Cabría preguntarse entonces qué beneficio reporta a la sociedad la exaltación constante de los sentimientos más perniciosos y malignos del ser humano?


En el mismo medio el día anterior aparecía que al menos 41 migrantes habían fallecido cerca de la isla italiana de Lampedusa, después de que la embarcación en la que viajaban volcara… Sin embargo estas muertes que se vienen produciendo con una alarmante asiduidad en las costas del sur de Europa, sólo merecen una vergonzosa rSeseña con la que se pretende ocultar una de las tragedias más denigrantes que hoy sufre la sociedad.


Causa también estupor que en el breve espacio de 24 horas hayan sucedido tres crímenes en Almería, Pozoblanco y Tenerife relacionados con la violencia contra las mujeres y que en el Ecuador haya sido asesinado a tiros en plenas elecciones presidenciales el candidato Fernando Villavicencio, detractor del anterior presidente Rafael Castillo. Al parecer nada de esto ha sido capaz de interrumpir las “vacaciones” de este gobierno en funciones, entretenido como está en jugar al sudoku en el que han convertido la investidura. Llama también la atención, que nadie pida explicaciones por las disparatadas y fracasadas políticas de “violencia machista” de la defenestrada Irene Montero o del silencio que mantiene Pedro Sánchez por el asesinato y caos que hoy reina en los países del continente sudamericano y central, gobernados principalmente por régimenes corruptos relacionados con el narcotráfico, a los que tanta simpatía manifiesta Rodriguez Zapatero y la izquierda progresista española. Menos mal que Carlos Alcaraz y la selección española femenina de fútbol suavizan las altas temperaturas que por una razón u otra nos agobian.

​El clima que no cambia

El enrarecido tiempo social y político que se respira no parece cambiar al mismo ritmo que lo está haciendo el de la naturaleza
Jorge Hernández Mollar
sábado, 12 de agosto de 2023, 10:29 h (CET)

El período vacacional que normalmente coincide con la canícula veraniega de los meses estivales, suele ser útil para que los padres “disfruten” con sus hijos e hijas de unos días de convivencia familiar, alejados de los lugares de sus habituales ocupaciones laborales o para dedicarlo también a otras actividades culturales como el goce y disfrute de la naturaleza, la lectura, el deporte o simplemente cultivar más intensamente las relaciones personales.


Sin embargo el enrarecido clima social y político que se respira no parece cambiar al mismo ritmo que lo está haciendo el de la naturaleza que nos está dejando este verano unas temperaturas tan elevadas que algunos ya se atreven a calificar exageradamente de apocalípticas. Lo que sí me atrevería calificar como tal es la violencia que se ha desatado en nuestra sociedad: “ La familia de Daniel Sancho, el joven chef español encarcelado en Tailandia tras confesar que había asesinado y descuartizado a su amigo Edwin Arrieta, cirujano colombiano de 44 años, siente mucho el fallecimiento de Edwin… ” (El País 10/8/2023). Desde hace cinco días esta truculenta noticia abre los informativos de todas las cadenas de radio y televisión. ¿Cabría preguntarse entonces qué beneficio reporta a la sociedad la exaltación constante de los sentimientos más perniciosos y malignos del ser humano?


En el mismo medio el día anterior aparecía que al menos 41 migrantes habían fallecido cerca de la isla italiana de Lampedusa, después de que la embarcación en la que viajaban volcara… Sin embargo estas muertes que se vienen produciendo con una alarmante asiduidad en las costas del sur de Europa, sólo merecen una vergonzosa rSeseña con la que se pretende ocultar una de las tragedias más denigrantes que hoy sufre la sociedad.


Causa también estupor que en el breve espacio de 24 horas hayan sucedido tres crímenes en Almería, Pozoblanco y Tenerife relacionados con la violencia contra las mujeres y que en el Ecuador haya sido asesinado a tiros en plenas elecciones presidenciales el candidato Fernando Villavicencio, detractor del anterior presidente Rafael Castillo. Al parecer nada de esto ha sido capaz de interrumpir las “vacaciones” de este gobierno en funciones, entretenido como está en jugar al sudoku en el que han convertido la investidura. Llama también la atención, que nadie pida explicaciones por las disparatadas y fracasadas políticas de “violencia machista” de la defenestrada Irene Montero o del silencio que mantiene Pedro Sánchez por el asesinato y caos que hoy reina en los países del continente sudamericano y central, gobernados principalmente por régimenes corruptos relacionados con el narcotráfico, a los que tanta simpatía manifiesta Rodriguez Zapatero y la izquierda progresista española. Menos mal que Carlos Alcaraz y la selección española femenina de fútbol suavizan las altas temperaturas que por una razón u otra nos agobian.

Noticias relacionadas

Cuando en las relaciones personales, sociales o políticas se pierden o desprecian las mínimas reglas o costumbres de educación o cortesía, éstas se convierten en un territorio minado donde el desencuentro y el enfrentamiento vienen a ser la tónica general entre los miembros de una colectividad. Si además esto se traslada a las relaciones personales de ámbito internacional, las consecuencias pueden ser imprevisibles.

Lo importante es caminar en sintonía con la naturaleza y el cosmos. La vida, por si misma, es una dependencia existencial, que nos llama a ocuparla de modo armónico. Sin embargo, las acciones humanas surgen de la iluminación o de la ignorancia. Esto es lo que tenemos que trabajar, haciéndolo con la energía del corazón y con la actitud de análisis de la mente, para no caer en la deshumanización e inhumanidad de los tiempos actuales.

Por ser de diferente forma, no quiere decir que los animales sean inferiores, sino que Dios nos ha hecho distintos unos de los otros, pero todos somos creaciones de Dios y debemos respetarnos. Todos deseamos vivir con el cuerpo con que hemos nacido y anhelamos la felicidad.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto