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Voz Pre Antigua. Habla el alma del sonido
letrístico milenario que, resguarda las
ilusiones, repicando definible grito,
confundido entre las raíces, víboras,
cascabeles que atentamente escuchan la
sacudida letrística, como hermosos alaridos
'pohético', y escrituras haciendo señas de
paz, tranquilidad, ante delicadas trápalas,
que pretensiosa mente quieren corroer el
bienestar, bordeando la intriga, y “soledad”,
que, sube lúgubre, contra el repudio de la
mentira, ante caminos y montañas, dejando
esas estelas espléndidas cómo noble grito
escritural del 'Poheta', que alumbra hacia el
futuro un hermoso lucero en el alma; esa
mecha es la noble esperanza de todos los
tiempos y la de Dios, y sus mejores hijos
quintuplicaran, no el dolor, sino el clarín de
la libertad ante indigna crueldad fomentada,
pero aplastada, por el grito del 'Poheta',
Escritor y, de las Artes; es una deprecación
Ante el mundo, es su mejor oración…
No es costumbre de quien esto suscribe reseñar a pares. Pero últimamente han llegado a mi poder dos libros, ambos editados por Alfaguara, cuya disparidad, me sugiere hacerlo así. Me refiero a ‘Las hermanas Jacobs’ de Benjamin Black y ‘Bartleby y yo’ de Gay Talese.
Tierra mía: ¡Me llaman nativo de África! A ellos los parece una situación patética, mientras que por acá la vida es pacífica. ¡Todo se piensa más allá de la física!
Trompifai: Entre ceja y ceja yo entusiasmado por una damita a la que conturba mi grandilocuencia. Protagonistas: ¡A mí! Antagonistas: ¡Conmigo!
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