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Venancio Rodríguez, Zaragoza

Yo hago milagros

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Después de sufrir por 12 años flujo de sangre, una señora le toca la capa a Jesús y éste le dice: “Hija, tu fe te ha sanado”. Un capitán romano le pide a Jesús que cure a su criado que está paralizado con unos terribles dolores. Y Jesús le responde: "Tu fe le ha sanado”.  


Diez leprosos le piden a Jesús que haga algo por ellos y éste les dice que vayan a ver a los sacerdotes y quedaron sanados. Uno de ellos volvió para dar las gracias a Jesús y éste le dice:” Levántate, vete; tu fe te ha sanado”. 


Pedro le dice a Jesús que le ordene que vaya hacia él caminando sobre las aguas. Jesús le contesta: ”Sí, ven”. Pedro empieza a caminar sobre las aguas pero en un momento dado duda y empieza a hundirse. Entonces, Jesús le dice:” Tienes tan poca fe ¿por qué dudaste de mí?”. 


No pudiendo hacer milagros en Nazaret a causa de la incredulidad de ellos, dijo Jesús: “No hay profeta sin honra sino en su propia tierra y en su casa”. 


No cabe duda de que la relación médico-paciente ha actuado desde siempre como un eje vertebrador de la profesión médica. Y es que dicha relación congrega poderosas fuerzas humanas: la fe, la confianza, la esperanza, la fortaleza moral o la aceptación de la adversidad como fenómeno vital. Los nombres pueden cambiar: médico, siquiatra, chamán, brujo, curandero, iluminado,  gurú, enviado, etc. Independientemente de los medios que utilice, cualquiera de ellos podría curar o fracasar con un paciente dependiendo de la fe que el enfermo le prodiga...

Yo hago milagros

Venancio Rodríguez, Zaragoza
Lectores
miércoles, 24 de abril de 2024, 08:59 h (CET)


Después de sufrir por 12 años flujo de sangre, una señora le toca la capa a Jesús y éste le dice: “Hija, tu fe te ha sanado”. Un capitán romano le pide a Jesús que cure a su criado que está paralizado con unos terribles dolores. Y Jesús le responde: "Tu fe le ha sanado”.  


Diez leprosos le piden a Jesús que haga algo por ellos y éste les dice que vayan a ver a los sacerdotes y quedaron sanados. Uno de ellos volvió para dar las gracias a Jesús y éste le dice:” Levántate, vete; tu fe te ha sanado”. 


Pedro le dice a Jesús que le ordene que vaya hacia él caminando sobre las aguas. Jesús le contesta: ”Sí, ven”. Pedro empieza a caminar sobre las aguas pero en un momento dado duda y empieza a hundirse. Entonces, Jesús le dice:” Tienes tan poca fe ¿por qué dudaste de mí?”. 


No pudiendo hacer milagros en Nazaret a causa de la incredulidad de ellos, dijo Jesús: “No hay profeta sin honra sino en su propia tierra y en su casa”. 


No cabe duda de que la relación médico-paciente ha actuado desde siempre como un eje vertebrador de la profesión médica. Y es que dicha relación congrega poderosas fuerzas humanas: la fe, la confianza, la esperanza, la fortaleza moral o la aceptación de la adversidad como fenómeno vital. Los nombres pueden cambiar: médico, siquiatra, chamán, brujo, curandero, iluminado,  gurú, enviado, etc. Independientemente de los medios que utilice, cualquiera de ellos podría curar o fracasar con un paciente dependiendo de la fe que el enfermo le prodiga...

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