Los del diecisiete, unos argentinos que tenían un perro de tamaño mediano, de pelo blanco con motas negras, al que llamaban Pinky y que era muy querido por Alejandra.

Mi novio de Internet me ama. 

cada mañana 

Mis clases de francés…

Un Cat Café, que idea tan original, es mi deseo que se expanda. Y aquí, en Galicia, en O Temple, A Coruña. Muy cerca.

Iba a leer mucho para escribir sobre el Cat, pero las lecturas ya están dentro de mí en lo vivido y ya leído. También en lo visto, examinado y revisado.

...Y que saben bien quien soy. 

"no acepto pensar en ellos .

Yo pondría de mi parte, 

pues él todo me promete 

Tiene miedo de morir 

Catys danzan el cha cha chá. 

La igualdad hombre y mujer no será imposible mientras existan mujeres como la venezolana Alejandra.

Abril llega al Cat Café, yo la llamaba Juliett

pues busca familia, hacerte feliz.

Que nada vale la nada, 

y sin aguas?. 

Gatolos locos, sinceros, mágicos, aventureros

y con colita de ratón…2

Que me amabas...

y olvidando. 

Con amplhiuk marr y playias amplas 

gratix y agreables qui sontt elias 

Hablaremos de las obras de dominio público. Así son las leyes y por eso conserva, conserva amigo. Cuida. He aquí el cuento:

La tracción a sangre (TAS), como se explica en la petición de firmas que hay en Change.org (petición titulada “Ley Nacional de la Tracción a sangre animal”) para su prohibición, y que ya tiene consignadas más de 200.000 firmas, “comprende la actividad informal de recolección de residuos urbanos en la cual interviene un caballo, burro u otros. […]

Con pausa y ojos hermosos va y danza

Ya la conocen en el barrio, 

Ratones grixes claros vienentt para comer

Se quedó en la calle,