En octubre de 1992 el Papa San Juan Pablo II aprobó el Catecismo de la Iglesia Católica, un grueso libro con más de 600 páginas y 2855 apartados que trató de ser una exposición orgánica y sintética de los contenidos esenciales y fundamentales de la doctrina católica tanto sobre la fe como sobre la moral, a la luz del Concilio Vaticano II y del conjunto de la Tradición de la Iglesia cuyas fuentes principales son la Sagrada Escritura, los Santos Padres, la Liturgia y el Magisterio de la Iglesia, estructurado en cuatro partes: La profesión de la fe, los sacramentos de la fe, la vida de fe y la oración en la vida de la fe. Las cuatro quieren ayudar a profundizar el conocimiento de la fe y se orienta a la maduración de esta fe, su enraizamiento en la vida y su irradiación en el testimonio.