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Cuando aún olisqueamos la negrura de los recientes incendios y su asimilación genera las reflexiones oportunas; se ponen de manifiesto también el resto de las manifestaciones vitales de la comarca. Hoy me detengo en la espléndida imagen de los humedales arroceros, de indudable sentido antropológico para sus habitantes, fraguado tras los avatares de muchas personas involucradas en diferentes épocas. Las espigas doradas embellecen la comarca en estos días.
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