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Las Fallas han sido un año más la excusa perfecta para que los que hacen de la tortura y la humillación pública de los animales un rentable negocio mantenido a golpe de billetes de nuestros impuestos puedan gozar de la angustia de un animal indefenso.
Más de la mitad de la población española se posiciona como abolicionista de la tortura y humillación pública de los animales, mientras que el 75% no acepta que se subvencione este espectáculo de tortura llamado tauromaquia (según las últimas encuestas, de EM-Analytics). A estos datos, hay que sumar las estadísticas claras del Ministerio de Cultura: ni siquiera el 2% de la población asistió durante 2022 a un acto taurino.
El pasado sábado, con las fallas ya comenzadas, activistas del colectivo antiespecista València Animal Save realizaron en la céntrica plaza de la Virgen un novedoso acto llamado contador humano simbolizando a los más de 3.000 animales que cada segundo mueren en la industria alimentaria tras una horrible "vida" de miseria impuesta y eso sin contar a las toneladas de animales marinos asfixiados lentamente y cuyas redes de pesca llenan de plásticos nuestros océanos.
Un nuevo informe de World Animal Protection (Criados con ánimo de lucro: la verdad sobre la cría de fauna salvaje en el mundo) desvela que en la actualidad hay en el mundo unos 5.500 millones de animales salvajes atrapados en granjas en condiciones deplorables para alimentar una industria multimillonaria. Las granjas de animales salvajes, además de causar un sufrimiento inimaginable a estas indefensas criaturas, exponen a los humanos al riesgo de nuevas pandemias.
Nuevamente activistas de València Animal Save salimos a la calle el pasado sábado para informar a la gente de la realidad que esconde el Holocausto animal, pues todo lo que viene de los animales está tremendamente oculto para que la sociedad no sea consciente del horror que perpetúa (inconscientemente en ocasiones) al financiar a la inhumana industria animal.
Si los mataderos, granjas, peleterías o laboratorios de sádicos experimentos con animales tuvieran paredes de cristal, el mundo se asombraría de hasta donde llega la miseria humana y el infierno de unos seres inocentes simplemente porque decidas elegir un producto y no otro, pues la demanda es la que por omisión permite lo que ocurre en todos estos perversos lugares.
Este domingo las calles de toda España se han llenado de personas convocadas por la plataforma NAC reclamando el fin de la violenta actividad de la caza, actividad inhumana y anacrónica que consiste en matar por la satisfacción de ver un cadáver tirado en el suelo o por el negocio rentable que suponen los trofeos.
El socialista José Chulvi, comunicó hace años a las distintas comisiones y entidades festeras que el ayuntamiento ya no autorizaría más «bous embolats» ni «bous encaixonats» en las fiestas de la población bajo su legislatura. De este modo, el ayuntamiento limitó las actuaciones taurinas y únicamente permitía las sueltas de toros y vaquillas, así como los «bous a la mar» (todo esto sigue siendo maltrato animal y tampoco están justificadas las medias tintas).
Como todos los años, la Plataforma NAC (No a la caza) ha convocado su manifestación nacional para el primer domingo de febrero. Según explican en la web, el objetivo de la manifestación es la prohibición de la caza con perros y por extensión de la propia actividad de la caza y este año tras la tramitación de la Ley Nacional de "Protección Animal" que deja fuera a los perros de caza y otros animales dedicados a la actividad cinegética.
Durante el fin de semana se ha celebrado la feria medieval en Alfafar y la misma no ha avanzado desde los tiempos medievales, pues seguimos presenciando como despiadados ayuntamientos como este siguen permitiendo el uso de animales para el entretenimiento de la gente.
El colectivo antiespecista València Animal Save ha vuelto a salir a la calle para mostrar mediante carteles y pantallas vídeos relacionados con la explotación animal, especialmente en la alimentación u otros aspectos como la experimentación animal y la peletería.
Hace unos días observaba en un conocido supermercado valenciano el sello de bienestar Animal pegado en las narices de la gente que acudía a la carnicería del mismo, mientras yo compraba mis productos veganos, observé cómo la industria quiere aliviar malas conciencias hablando de bienestar animal en el mostrador de la carnicería o en las bandejas donde los animales ya están despiezados.
Hermanos Carrasco, responsables de la granja porcina de la Región de Murcia grabada en el programa Salvados, presentado por Jordi Évole, han sido juzgados este miércoles por las terribles imágenes de animales maltratados, en este caso cerdos.
Desde la plataforma antitaurina de Alfafar hemos vuelto a realizar un impactante acto a las puertas del consistorio para pedir el fin del toro embolado, pues ningún sentido tiene que, por la diversión de una minoría, se justifique la angustia y tortura a animales indefensos.
El escándalo en la granja porcina Hermanos Carrasco que suministraba a El Pozo y que fue destapado por Jordi Évole y el equipo de Salvados junto a Igualdad Animal en 2018, finalmente será juzgado el próximo 24 de enero en el Juzgado de lo Penal número 1 de Lorca (Murcia).
La plataforma antitaurina de Alfafar, a la que represento, ha convocado un nuevo acto frente al Ayuntamiento el domingo 21 de enero a las 17:00 en el que pediremos una vez más que el consistorio deje de autorizar el toro embolado. El acto contará con diferentes colectivos animalistas y partidos políticos que se han sumado a la reivindicación.
El colectivo antiespecista Dénia Animal Save realizó el pasado sábado en Alicante un nuevo acto contra la peletería y en el mismo se pidió de nuevo el fin de la industria peletera y mientras tanto, que el consumidor escoja alternativas libres de procedencia animal. A través de la información, intentan visibilizar la realidad de este cruel negocio.
València Animal Save es un colectivo antiespecista que realizó el pasado sábado su primera concienciación del año en la céntrica plaza de los Pinazo de Valencia. En la misma, pantallas y carteles mostraban duras imágenes de los animales utilizados para la alimentación u otros fines como la vestimenta, entretenimiento o experimentación animal.
Activistas de València Animal Save realizaron el pasado sábado una línea silenciosa en la céntrica plaza de los pinazos de Valencia para dar voz a las diferentes especies de animales. El acto consistió en unas personas congregadas con carteles que mostraban diferentes situaciones que atraviesan los animales en la alimentación, vestimenta, entretenimiento o experimentación animal, mientras otras personas conversaban con la gente a cerca del veganismo.
El colectivo antiespecista Dénia Animal Save generó impacto en el paseo Germanías de Gandía el pasado sábado mostrando, mediante pantallas y carteles, la terrible realidad de animales destinados al consumo, vestimenta, experimentos u otros fines.
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