Jugosa, dulce, sabrosa, crujiente, a veces ligeramente picante y otras suavemente ácida, la manzana es uno de los ingredientes más versátiles de todos cuantos podemos encontrar en la repostería. Tanto en tartas como en bizcochos, acompañado de crema, nata o helado, esta fruta intemporal con decenas de variedades es el comodín perfecto en innumerables preparaciones: “Es la fruta por excelencia” - nos dice Moncho López de Levaduramadre: “en primer lugar porque aguanta muy bien el calor, pero también porque su sabor combina con muchos ingredientes y al mismo tiempo tiene el equilibrio perfecto entre humedad y textura”.