| ||||||||||||||||||||||
Conocí la literatura de Ramon Solsona por casualidad pura. Fue uno de esos rebotes de la curiosidad humana. Ocurrió hace dos años, una tarde de invierno, saboreando un paseo. El escaparate de una librería, Tres i quatre, de la calle San Fernando de València, exhibía un surtido de buenos libros. Generoso. Interesante. Diverso. La portada de uno de ellos atrajo mi atención: un hombre y una mujer bailando en una cocina. Blanco y negro.
|