| ||||||||||||||||||||||
Me encantan esos batalladores espíritus poéticos, como aquellos eternos cultivadores del verbo y la palabra, que se muestran en cada paso con pensamientos nuevos, auténticos y cargados de esperanza. Sin embargo, me cansa este ánimo mundano que todo lo reduce al interés, puesto que lleva consigo un afán corrupto, que practica la destrucción de sí mismo y la de los demás, mientras camina sin horizontes, porque es incapaz de mirar las cosas desde muchos puntos de vista.
|