Quiero volar, inventarme alas de cristal que batan contra edificios y se rompan, que nunca queden bien sus cimientos y al llegar a tierra se recompongan por magia de la buena, blanca y pura.

Soy Ita, mal y bien lo pasé, quiero volar pero soy de tierra, dos piernas muevo, quiero irme pero tengo que desplazarme, y ellos sí, ellos y a ellos les pido que me permitan respirar profundamente...

Deseando acabar ya con esta melancolía, otros la olvidarán y para ellos serán palabras pasajeras, verbo a verbo, angustia milagrosa y 

querer sobrevivir.

Que mueves tus alas y la brisa llenas, que con tus colores los ojos del alma, alegras.

Volar sin alas, sólo pienso, que volando sueño y es un tormento, que quien con alas vuela sólo vuela. Más el que piensa, se enriquece, brilla y sueña… que no aletea, pero cambia de ambiente como un duende y su cambio, es luz, es vida, es brillo, es susurro y es consuelo.