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Huawei refuerza su compromiso por la ciberseguridad, presentando el libro blanco sobre la seguridad en las redes 5G. Bajo el título ‘Colaborando con la Industria para garantizar la seguridad en las redes 5G’, el informe analiza la posición de los expertos de la Industria y las organizaciones de estándares internacionales, quienes aseguran que los riesgos de seguridad de las redes 5G pueden gestionarse, de manera efectiva, gracias a protocolos y estándares de seguridad, así como a mecanismos que garanticen la confidencialidad, integridad de la información de los usuarios y la disponibilidad del servicio.
“Huawei es una empresa enfocada a la innovación como pilar fundamental de nuestra visión y de nuestro modelo de negocio. En 2018 invertimos el 14% de nuestra facturación en I+D, y una gran parte de esa inversión fue destinada al estudio y desarrollo de tecnologías relacionadas con el 5G, llegando a desarrollarse 2.500 patentes en 5G. Entendemos las incertidumbres que surgen ante el cambio de paradigma que supone el despliegue de las redes de próxima generación, y por eso siempre hemos considerado la ciberseguridad en el primer lugar de nuestras prioridades. Trabajamos en la seguridad de nuestras soluciones desde el inicio del desarrollo de cada una de las tecnologías que la componen, es decir, desde el diseño, pasando por la fabricación, comercialización y distribución a través de toda la cadena de suministro”, afirma Tony Jin Yong, CEO de Huawei España.
El 5G se está convirtiendo en una realidad y su ciclo de vida se extenderá por muchos años. Gracias a la inversión en I+D y el desarrollo de más de 2.500 patentes relacionadas con el 5G, Huawei se ha posicionado como líder en los primeros despliegues de esta tecnología, habiendo firmado ya 46 contratos comerciales y desplegado más de 100.000 estaciones base 5G en el mundo.
5G traerá nuevas oportunidades, además de retos para la ciberseguridad, de la mano de los nuevos servicios, arquitecturas y tecnologías, pero también requerimientos más exigentes en cuanto a privacidad y protección de la información del usuario. De este modo, la industria necesita comprender las necesidades de los diversos escenarios de servicio 5G y definir los mejores estándares y tecnologías de seguridad 5G para abordar los riesgos vinculados.
A partir de 2020, las aplicaciones de Realidad Virtual (VR, por sus siglas en inglés) /Realidad Aumentada (AR), vehículo conectado (IoV), banda ancha móvil mejorada (eMBB) e Internet de las Cosas (IoT) crecerán de forma exponencial en paralelo al despliegue de las redes 5G. Además, los expertos estiman que, en 2025, habrá 100.000 millones de conexiones en todo el mundo, de las que el 90% serán conexiones IoT, cambiando significativamente nuestras vidas.
Ciberseguridad, una apuesta de hace años para Huawei Teniendo en cuenta esto, Huawei solicita a toda la industria que permanezca receptiva y colaborativa, y que optimice periódicamente la regulación y los mecanismos de verificación y garantía para la seguridad de las redes 5G. Asimismo, espera que estas iniciativas hagan que las redes sean más robustas y mejoren los estándares y tecnologías de seguridad para que las amenazas y los desafíos de seguridad del 5G puedan abordarse de una forma consensuada.
La ciberseguridad es un reto común de toda la industria. En concreto, para Huawei es una prioridad que se aborda en toda la cadena de suministro, en la que se aplican protocolos muy estrictos para que los equipos sean seguros y fiables. Asimismo, contribuye activamente desde hace años en el ecosistema de estándares, participando en más de 400 organizaciones internacionales de estandarización, y lleva a cabo una inversión significativa en dicha materia. De hecho, acaba de anunciar una inversión extraordinaria de 2.000 millones de dólares a lo largo de los próximos cinco años para mejorar las capacidades de ingeniería de software.
En este sentido, Huawei se compromete no solo a asegurar la confidencialidad, integridad, disponibilidad, trazabilidad y protección de la privacidad del usuario en nuestras soluciones 5G basadas en los estándares de seguridad 3GPP, sino también a colaborar con los operadores para ofrecer una alta robustez frente a ciberataques de las redes desde la perspectiva de operaciones y mantenimiento (O&M, por sus siglas en inglés).
Cooperación de la industria para enfrentar futuros retos Tomando como base la experiencia en seguridad de las redes 4G, la gestión de los riesgos de seguridad en 5G se logra a través de esfuerzos conjuntos de toda la industria. Para ello, es necesario mejorar las soluciones de seguridad a través de la innovación tecnológica, y construir sistemas y redes seguras basadas en estándares y en la cooperación de todo el ecosistema. En ese sentido, el libro blanco expone las siguientes recomendaciones a los diferentes actores del ecosistema:
Proveedores de soluciones y equipos: deben contribuir en el trabajo de definición de estándares de seguridad de la industria, cumplir con dichos estándares, e integrar tecnologías de seguridad para construir equipos seguros. Junto con clientes y otros miembros del ecosistema, deben proporcionar la capacidad y funcionalidad necesaria para que los operadores puedan garantizar una operación segura y la ciberseguridad de sus redes.
Operadores: son responsables de la operación segura y de la ciberseguridad de sus propias redes. Los operadores deben prevenir ataques externos con firewalls y pasarelas de seguridad. Para las amenazas internas, los operadores pueden gestionar, monitorizar y auditar a todos sus proveedores y partners para asegurarse de que sus elementos de red son seguros.
Reguladores: Como industria, debemos trabajar todos de forma conjunta en estándares de ciberseguridad; es una responsabilidad que compartimos todos. En términos de tecnología, es necesario contextualizar continuamente los riesgos de seguridad en redes 5G (slicing, edge Computing, IoT masivo, y otros escenarios) y mejorar la seguridad basada en protocolos. En términos de garantías de la seguridad, es fundamental estandarizar los requisitos de ciberseguridad y asegurar que estos estándares sean aplicables y verificables para todos los actores de la industria.
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