El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado que la mejor noticia del programa de estabilidad que el Gobierno ha enviado a Bruselas es la moderación de la senda de déficit, que permite hacer un ajuste menor en 2013 y no tocar partidas como las pensiones y las prestaciones por desempleo.
Durante su comparecencia en el Pleno del Congreso, el presidente ha recordado que el año pasado España tuvo que hacer "enormes sacrificios" para reducir el déficit, y ha asegurado que se habrían tenido que hacer de nuevo si no se hubieran modificado los objetivos.
En este sentido, ha señalado que basta con pensar en partidas como las pensiones o las prestaciones por desempleo y en los ajustes que tendrían que haber hecho también las comunidades y los ayuntamientos si la reducción del déficit inicialmente prevista, de unos 26.000 millones, no se hubiera rebajado a unos 7.200 millones.
"La diferencia entre una y otra situación es enorme. Piensen, por un momento, lo que hubiéramos tenido que hacer si no hubiéramos podido plantear ese nuevo límite de déficit", ha señalado el jefe del Ejecutivo, tras asegurar que se habrían puesto en marcha un conjunto de actuaciones que "de manera muy dura" habrían afectado "dramáticamente" a amplios sectores de la sociedad.
En concreto, Rajoy ha explicado que el ahorro en el ajuste es de 18.900 millones de euros, una cifra que señala "mejor que ninguna otra cosa" la importancia de los acuerdos alcanzados porque es la diferencia entre el esfuerzo de ajuste del déficit del sector público y del que finalmente se realizará.
La holgura que da el nuevo objetivo marca la distancia entre una senda de reducción de déficit "razonable y factible" y un "estrangulamiento económico y social" para la sociedad española. "Esto es lo que me parece más sustancial de los planes que hemos enviado a Bruselas", ha subrayado, tras señalar que todo lo demás, aunque contenga aspectos importantes, son ajustes menores (de unos 3.000 millones) o reformas.
De hecho, ha indicado que España se puede felicitar por los nuevos objetivos porque representan "un alivio" para los españoles y porque, de no haberse conseguido, la situación se habría vuelto "insoportable".
Además, ha asegurado que "no ha sido un milagro" conseguir esta nueva senda, ni se ha conseguido porque el comisario europeo de economía estuviera de buen humor. "Ha sido fruto de una negociación con un país que está cambiando, que lleva bien sus cuentas, que cumple sus compromisos, que está levantando cabeza y que es fiable", ha dicho.
En este sentido, ha recordado que España ha avanzado mucho en el desequilibrio económico que representa el déficit público, ya que cuando llegó el Partido Popular al poder estaba en el 9%. Desde entonces, lo ha reducido en dos puntos de PIB a través de un esfuerzo "muy importante, muy costoso, muy doloroso" y que tiene mucho más mérito porque se ha hecho en plena recesión.
Dice que tuvo que anteponer el déficit al crecimiento "Si hubiéramos estado creciendo los ingresos derivados del propio crecimiento de la economía habrían sido mayores", ha señalado el presidente, tras explicar que como la situación fue la contraria, el Gobierno tuvo que subir impuestos y reducir los gastos, además de asumir las críticas y la impopularidad.
Ha reconocido que esas subidas de impuestos han tenido efectos negativos en el crecimiento, pero ha aseverado que tuvo que anteponer la prioridad de reducir el déficit porque si en aquellos momentos se hubiera atisbado cualquier vacilación, la presión de los mercados habría conducido al país "inexorablemente al rescate".
Resolver esa cuestión, según Rajoy, era algo previo al crecimiento, porque estaba en juego si España era o no era fiable. "Y si España no hubiera cumplido, la prima de riesgo no estaría hoy en torno a los 280 puntos", ha indicado, tras asegurar que eso sí que habría sido un "círculo vicioso infernal", porque el país se habría condenado "irremisiblemente" a la pérdida de la soberanía económica y a una crisis "más profunda y duradera".
Todos los países han presentado sus planes Por otro lado, Rajoy ha recordado que todos los países de la UE tienen que enviar a Bruselas sus programas económicos en abril, por lo que no es algo que se acabe de inventar, ni es una situación nueva para España, ni excepcional ni particular.
En este sentido, ha explicado que lo que ha presentado España hace unos días no es sino una adaptación ajustada a los cambios que se han ido experimentando en los últimos tiempos, tanto en el escenario español como en el europeo.
Con el nuevo escenario planteado, el déficit se situará este año en el 6,3% en lugar del 4,5%, se reducirá al 5,5% en 2014, al 4,1% en 2015 y por debajo del 3% en 2016, aunque el esfuerzo estructural en 2013 será similar al hecho en 2012, de unos dos puntos de PIB, lo que, según Rajoy, asegura el cumplimiento de las obligaciones comunitarias.
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