La derecha de Nadal cautiva en su placentero debut en el Mutua Madrid Open

Los organizadores se dieron cuenta, en cuanto apareció en pista Rafa Nadal, del tremendo error de su experimento de alterar colores y componentes en la construcción de las pistas. Federer les ayudó en 2012, pero a este público de Caja Mágica sólo les enciende de verdad, y de qué manera, el número 1 del tenis patrio. No hay otro como él. Saltó enérgico, con sus habituales saltos y carreras, capaces de intimidar a Paire (37 del mundo), cuyo obsequio de aniversario fue enfrentarse a Rafa Nadal. Pero éste no tuvo piedad. Enseguida marcó el camino con su derecha ganadora, imposible de frenar desde el otro lado de la pista, más aún cuando mantenía un saque prácticamente perfecto (con un 60% de efectividad en el primer servicio); lo contrario que Paire. Lo mejor del francés, y el único antídoto que encontró fue hacer alguna dejada, algo que tampoco perturbó a Rafa Nadal, capaz de devolver esa dejada con otra dejada con efecto.

Los golpes mágicos se fueron sucediendo en más de una ocasión, como cuando subió a la red, retrocedió y se desplazó en lateral hasta encontrar esa derecha ganadora que hizo el primer break del partido; era el sexto juego del primer set, el cual concluyó a los tres cuartos de hora. Menos tiempo aún necesitó Rafa Nadal en el segundo acto, donde se mostró igual de contundente y agradable con unas cuantas derechas inverosímiles. El break apareció en el noveno juego y entonces todo acabó. Paire apenas incordió en una fiesta entre Nadal y sus seguidores. “Siempre me encanta jugar en Madrid y contar con el apoyo de esta afición”, dijo sobre la pista. Y mandó una aviso a navegantes (rivales): “estoy bien físicamente y jugando mejor”. Nadal dio el primer paso hacia el Mutua Madrid Open y la afición se marchó feliz a casa.