Jamaica se convirtió en la gran dominadora de la prueba 'reina' de la velocidad, los 100 metros lisos, después de que Shelley-Ann Fraser-Pryce emulase este lunes a Usain Bolt y se proclamase campeona del mundo con mucha autoridad en la cita que está acogiendo Moscú y donde, por el contrario, el francés Renaud Lavillenie fue la decepción de una jornada sin finales con participación española.
En la final del hectómetro femenino, 'Rayo' dominó con remontada en la prueba masculina, pero la campeona olímpica, que el pasado verano mantuvo un duelo con la americana Carmelita Jeter, ni siquiera tuvo que hacerlo, mandó desde el principio y no tuvo apenas problemas para colgarse su segundo oro mundialista tras del de Berlín y desquitarse del cuarto puesto de hace dos años.
Fraser-Pryce no dio opciones. Desde la salida tomó una rápida ventaja que fue aumentando sin contemplaciones para cruzar la línea de meta del Luzhniki con una buena renta y un sensacional tiempo de 10.71, mejor marca mundial del año, a una céntesima del récord de los campeonatos en poder de Marion Jones.
Por detrás quedó la pelea por la plata y el bronce, honores que correspondieron a la marfileña Murielle Ahoure (10.93), séptima en Londres, y la estadounidense Carmelita Jeter (10.94), que pasó de campeona del mundo a tercera.
De este modo, a los Estados Unidos les quedó en esta jornada saborear la victoria de David Oliver en los 110 metros vallas donde se impuso con un crono de 13.00 segundos, mejor marca mundial del año que le dio su primer gran título. Por detrás, su compatriota Ryan Wilson (13.13) y el ruso Sergey Shubenkov (13.24).
Además, la jornada dejó momentos de mucha emoción como el que se vivió en la final de los 400 metros lisos, donde las milésimas se encargaron de decidir para quien el oro, metal por el que pugnaban la británica Christine Ohuruogu y la representante de Botsuana Amantle Montsu, defensora del título, y que se decantó de la primera, actual campeona olímpica.
Fue una carrera llena de emoción donde ambas demostraron que eran las grandes favoritas. La africana entró en la recta hacia meta con ventaja, pero el oro en Londres llegó más 'fresca' y pudo alcanzarla sobre la misma línea de meta. Al final, las dos marcaron 49.41, pero las milésimas decidieron el metal dorado para Ohuruogu, mientras que el bronce era para la rusa Antonina Krivoshapka (49.78), que repetía el premio de hace dos años.
Adams no falla, Lavillenie sí
Por su parte, otra protagonista femenina del día fue la lanzadora de peso neozelandesa Valerie Adams, que demostró que en la actualidad es la mejor del mundo en esta especialidad, coronándose campeona del mundo al aire libre por cuarta ocasión consecutiva.
La oceánica, también campeona olímpica en Londres y Pekín, dominó con mano de hierro el concurso y con un tercer lanzamiento de 20,88 metros fue inalcanzable para la alemana Christina Schwanitz (20,41 en su último tiro) y la china Lijao Gong (19,95), plata y bronce respectivamente.
Y si en este concurso no hubo sorpresas, sí la hubo en el salto de pértiga donde el gran favorito, el francés Renaud Lavillenie, se tuvo que conformar con una amarga medalla de plata después de una final demasiado irregular.
El galo, actual campeón olímpico, no pudo unir este éxito a un oro mundialista al aire libre después de no poder superar la barrera de los 5,96 metros, un listón que había franqueado hace apenas un mes, y después de haber sufrido para pasar los 5,89 en el último intento.
El oro en Londres, único finalista capaz de superar los seis metros, se 'estrelló' y esto lo aprovechó el alemán Raphael Holzdeppe, muy firme y que fue saltando listones en sus primeros intentos lo que al final le dio el oro porque tampoco superó los 5,96. El bronce también fue para Alemania, con Bjorn Otto (5,82).
Por último, el oro que cerró esta tercera jornada de competición en la capital ruso también tuvo un dueño sorprendente en la figura del polaco Pavel Majdek, ganador en martillo también con la mejor marca mundial del año (81.90 metros) por delante del húngaro y campeón olímpico Krisztian Pars (80.30) y el checo Lukas Melich (79.36).
Pestano, Casañas y Mullera, finalistas
En cuanto a la actuación española, lo mejor vino por medio de los discóbolos Mario Pestano y Frank Casañas, que lograron clasificarse para la final de este martes, al igual que Ángel Mullera en los 3.000 metros obstáculos.
De esta manera, Pestano, capitán del equipo español, se convierte en el primer español en alcanzar seis finales mundialistas. Sus 62,80 metros conseguidos en el primer intento -61,79 en el segundo y 62,15 en el tercero- le valieron hora y media de tensión, pero sus perseguidores no pudieron superarlos. Con una marca que en condiciones normales le hubiese dejado fuera, el tinerfeño accedió a la final con el décimo tiempo.
Por su parte, Frank Casañas apeló al riesgo para meterse en la final en su segunda participación en los Mundiales. Tras dos nulos, el cubano nacionalizado español, séptimo en Londres, marcó un 63,17 que le metía con el octavo mejor tiempo.
La otra buena noticia del día la dio el gerundense Ángel Mullera, campeón de España de 3.000 metros obstáculos y que también estará enm la final de la distancia, después de unas series en las que los otros dos españoles en liza, Sebastián Martos y Roberto Alaiz, quedaron eliminados.
Mullera estuvo a buen nivel y finalizó cuarto en su serie con su mejor marca del año, 8:19.26, que le valió la repesca. Sin embargo, no tuvieron tanta suerte el joven leonés Roberto Alaiz, de 23 años y que debutó en un Mundial con un octavo puesto (8:33.32), ni el jiennense Sebastián Martos, décimo en su serie con 8:32.63.
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