La infanta Cristina ha reconocido hoy durante las siete horas de interrogatorio al que ha sido sometida como imputada en el Juzgado de Instrucción número 3 de Palma de Mallorca que su marido, Iñaki Urdangarin, dirigía el Instituto Nóos al mismo nivel que su antiguo socio, Diego Torres.
La hija del Rey, de esta forma, ha involucrado a su esposo en las irregularidades cometidas a través del Instituto Nóos, que según los investigadores servía para captar y desviar fondos públicos. Diversas fuentes jurídicas consultadas han señalado que la Infanta ha recurrido en varias ocasiones a la “confianza” que tenía en Urdangarin para explicar su participación en la trama, tanto como vocal del Instituto Nóos como copropietaria de Aizoon, una sociedad supuestamente utilizada para desviar y aprovechar personalmente el dinero obtenido de las administraciones públicas.
La duquesa de Palma también ha alegado ser “madre, Infanta, trabajadora y ama de casa”, según las palabras contenidas en la pregunta que le ha formulado uno de sus abogados, para desvincularse de las presuntas irregularidades cometidas por su marido y explicar que no tenía tiempo para conocer al detalle las actividades de la empresa Aizoon. La imputada ha señalado en este sentido que acude de media a un centenar de actos oficiales al año y ha asegurado que no sabía exactamente a qué se dedicaba Aizoon ni sabía de dónde procedían los fondos que nutrían sus cuentas.
GASTOS PERSONALES A CUENTA DE AIZOON
La Infanta ha reiterado en varios momentos de su declaración que no sabía que los gastos personales que pagó con la tarjeta de crédito de Aizoon se cargaban a las cuentas de esta sociedad. Con esta tarjeta, el matrimonio sufragó gastos tan ajenos a la actividad de la empresa como viajes a la estación de esquí de Baqueira-Beret, facturas de aparcamientos y combustible, dispendios en botas y cascos de moto o incluso la compra de cuatro libros de la saga Harry Potter.
La imputada, según las fuentes jurídicas consultadas, ha explicado que tenía cuatro o cinco visas y que la tarjeta de crédito de Aizoon se la entregó su marido sin darle mayor explicación.
La hija del Rey indicó asimismo durante el interrogatorio que accedió a formar parte del Consejo de Administración del Instituto Nóos –órgano en el que permaneció entre 2003 y 2006- porque se trataba de un organismo sin ánimo de lucro que se dedicaba a la promoción del deporte. Dijo en este sentido que forma parte de un centenar de fundaciones. La imputada aseguró que solo ha coincidido en dos ocasiones con Torres y con su mujer, Ana María Tejeiro.
A la infanta, según las fuentes consultadas, se le ha llegado a preguntar si le parece lógico que una persona con el currículo de su marido pueda alcanzar el tren de vida del que ha disfrutado durante años.
La duquesa de Palma también insistió en varios puntos del interrogatorio en subrayar su desconocimiento de los asuntos fiscales y tributarios.
AUTOALQUILER DE PEDBRALBES
La Infanta también dijo desconocer que era irregular auto alquilarse unas oficinas. La hija del Rey firmó dos veces –una como arrendadora y otra como arrendataria- el contrato de alquiler por el que Aizoon utilizaba supuestamente un despacho en el chalé que los duques de Palma adquirieron en el selecto barrio barcelonés de Pedralbes. La infanta, de hecho, se pagaba así misma 515 euros mensuales por este alquiler.
El juez Castro, según señaló en su auto de citación, considera que se trataba en realidad “de un nuevo cauce para el vaciado de sus fondos, cauce en el que directamente intervino activamente doña Cristina Federica de Borbón y Grecia, no solamente porque así se desprende de las facturas que a título personal ha venido librando durante un dilatado periodo de tiempo, sino porque el propio contrato de arrendamiento, que obra en la causa, fue suscrito personalmente por ella, no solo en su calidad de arrendataria, que era obligada, sino también en la de arrendataria en un claro ejemplo de autocontratación”.
RIFIRRAFE ENTRE EL JUEZ Y EL FISCAL
Las fuentes consultadas explicaron que durante la declaración se ha producido un pequeño rifirrafe entre el fiscal Anticorrupción y el instructor de la causa, que llevan varios meses enfrentados procesalmente a cuenta precisamente de la imputación de la hija del Rey. Horrach, en su turno de palabra, ha proyectado el auto dictado por Castro en marzo de 2012 y con el que rechazó la imputación de la infanta al no ver indicios suficientes para ello.
El juez ha recogido el guante y ha explicado ante la infanta y el resto de partes personadas que en los últimos dos años las circunstancias han cambiado y se han acumulado, a su entender, indicios contra la duquesa de Palma.
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