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Fútbol
Etiquetas | COPA DEL REY: SEMIFINALES

Cristiano soluciona un partido de quince minutos (0-2)

Manquillo, lesionado
Daniel Sanabria
martes, 11 de febrero de 2014, 23:17 h (CET)

Ficha técnica
0-Atlético de Madrid: Aranzubía (1); Manquillo (1), Miranda (2), Alderweireld (1), Insúa (0); Sosa (1), Mario (2), Koke (2), Cebolla (1); Diego Ribas (1), Raúl García (2).

2-Real Madrid: Casillas (3); Carvajal (3), Varane (2), Sergio Ramos (2), Arbeloa (1); Illarramendi (3), Xabi Alonso (2), Modric (3); Bale (2), Cristiano (3), Isco (2).

Cambios: En el Atlético de Madrid Juanfran (2) por Manquillo (min.45), Adrian (1) por Diego Ribas (min.48) y Gabi (1) por Raúl García (min.61); y en el Real Madrid Nacho (1) por Sergio Ramos (min.49), Casemiro (1) por Modric (min.66) y Jesé (1) por Cristiano (min.75).

Árbitro: Undiano Mallenco (colegio navarro) (3). En los locales amonestó a Miranda (80’) y en los visitantes a Illarramendi (36’), Arbeloa (43’) y Cristiano Ronaldo (44’).

Incidencias: 45.000 espectadores en el estadio Vicente Calderón. Terreno de juego en buenas condiciones. Partido correspondiente a la vuelta de las semifinales de final de Copa del Rey.

Datos destacables
Lo mejor: Modric
El mediocentro croata del Real Madrid dio otra lección magistral de fútbol y movió al equipo a su antojo. ¡Vaya crack!.

Lo peor: Insúa
El lateral zurdo del Atlético de Madrid está lastrando a su equipo en defensa. Los rojiblancos echan de menos a Filipe Luis.

El dato: Lesión de Manquillo
Otro más para la enfermería rojiblanca. El canterano se hizo daño en la espalda al caer mal al suelo tras un salto con Cristiano.
Daniel Sanabria / Enviado al Vicente Calderón 

El primero que no creyó en la remontada fue el Cholo Simeone, y por ende, sus futbolistas. El técnico argentino dispuso un once plagado de suplentes, lo que multiplicó aún más la tarea de hacerle tres goles al Madrid sin recibir ninguno. Misión imposible. Esta vez ni siquiera creyó el Calderón, escenario de milagros, que no tuvo el fervor habitual cuando juega su equipo. Si el contexto era poco prometedor para los locales, las circunstancias acabaron por enterrarlo. A los catorce minutos de encuentro ya perdía por 0-2, merced a dos penaltis transformados por Cristiano. Fueron los dos, el primero más light, el segundo escandaloso. Aranzubía, bajo palos (tristemente), ni se acercó a detenerlos. 

La noche prometía ser larga para los rojiblancos, que cambiaron el reto de hacer tres goles por el de no perder el partido. Ni siquiera fueron capaces. En ataque Raúl García, jugando de falso delantero, fue el único que entendió la guerra. Nadie más. Diego Ribas no se asoció con nadie, los centros de Cebolla no encontraron rematador, y Sosa sigue tan perdido como el primer día. Solo algunos destellos de talento de Koke se salvaron de un triste Atleti. 

Mientras, el Real Madrid se divertía. Sobre todo Isco. Y Modric. Entre los dos construyeron los mejores ataques del conjunto blanco. Faltaba un delantero que terminara las jugadas. Es curioso que en un derbi entre dos de los equipos más fuertes de Europa no se encontrara ningún delantero centro. Cosas del fútbol moderno. El que sí estaba, y se dejó notar, fue Cristiano, objeto de la ira de la afición del Manzanares. Sobre el portugués cayó la responsabilidad de la lesión de Manquillo, trasladado al hospital urgentemente por un fuerte golpe en la espalda. Desde la grada, un cafre se tomó la justicia por su mano y arrojó un mechero sobre Cristiano. 

El partido no daba para mucho más. En el segundo tiempo el Madrid tenía como objetivo pasar limpio de tarjetas a la final. Lo logró Ancelotti, retirando a tiempo a Sergio Ramos y Cristiano. Perezoso con la pelota, los blancos entregaron el balón, aunque el Atlético tampoco parecía tener muy claro su uso. Sin Villa, ni Diego Costa, ni Arda Turan, ni Gabi, ni Filipe, ni Godín, el Atlético no tiene recursos para jugar a nada que pueda parecerse al fútbol. La única vez que Casillas tuvo que hacer algo fue ante un duro disparo de Sosa, ya pasado el minuto ochenta. 

No hubo más que contar en un partido al que se le exprimió todo el jugo en quince minutos. El Real Madrid se tomó la revancha por la final perdida el año pasado. El Atlético asumió la derrota con deportividad, y ya piensa en la Liga. El sábado recibe al Valladolid. El Madrid viaja a Getafe. En esa batalla las espadas sí continúan en todo lo alto.

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La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.

Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.

El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.

 
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