Internet no ha mejorado la vida de las personas por cuatro razones: en primer lugar, porque la difusión acelerada de imágenes puede comportar un enorme peligro; en segundo lugar, porque se fomenta la socialización basada en el individualismo; en tercer lugar, porque se promueve la pérdida de rigor en la obtención de la información; y finalmente, porque el anonimato puede resultar un gran peligro.
La difusión acelerada de imágenes puede comportar un enorme peligro. Un claro ejemplo se encuentra en el fenómeno del ciberbullying, y se conocen casos como el de Amanda Todd, en el cual Internet jugó un papel de primera categoría. La diferencia de repercusión entre el bullying y el ciberbullying es que el primero se suele caracterizar porque los hechos suceden en un entorno relativamente reducido, y en cambio, el segundo puede llegar a tener un efecto a grandísima escala. De este modo, Internet es una herramienta que permite una difusión tan y tan acelerada, que puede hundir la reputación de una persona en pocos segundos. Es cierto que si se hace un buen uso de Internet este tipo de hechos no sucederían, pero tristemente continuarán habiendo personas que utilicen este instrumento como arma de fuego.
Asimismo, Internet fomenta la socialización basada en el individualismo, ya que utilizar de forma desmesurada este medio, tal y como se hace en muchos casos, supone un efecto perverso: la pérdida o minimización de contacto natural entre las personas. Y sinceramente, este hecho es muy triste, ya que progresivamente estamos evocándonos a un mundo intangible, que es el mundo virtual. Un ejemplo muy claro se puede apreciar cuando los niños renuncian progresivamente a jugar en los parques para estar conectados a Internet, o bien, para utilizar este instrumento de forma indirecta.
Por otro lado, Internet permite obtener una gran cantidad de información. No obstante, la pregunta es: ¿Cantidad equivale a calidad? La respuesta es claramente que no, y en consecuencia, éste es uno de los grandes problemas de Internet. En este sentido, muchos individuos consideran, o bien, se comportan como si la información colgada en la red fuese necesariamente veraz. Por ejemplo, Wikipedia es una web que contiene una enorme cantidad de información y no negaré que existe mucha documentación correcta, no obstante, ésta puede ser modificada por cualquier persona con acceso a la red, y por lo tanto, la fiabilidad se pone, como mínimo, en duda.
Además, Internet promueve que se cometa la falacia de la autoridad anónima, es decir, se justifica un fenómeno, hecho o acontecimiento porque aparece en la red. Cabe destacar, que es una falacia porque no se está apelando a ningún experto o autoridad reconocida, sino a Internet, un lugar donde todas las personas pueden escribir y elaborar contenido nuevo. A modo de conclusión, Internet estimula la pérdida de rigor en la obtención de la información.
Finalmente, el anonimato puede resultar un gran peligro, ya que puede ser un medio perfecto para vender una determinada imagen, pero no la real. En otras palabras, el anonimato es una fachada perfecta para manipular la información real. De este modo, este anonimato se puede utilizar, como ya ha sucedido, para circunstancias de pederastia u otras acciones peyorativas. Por lo tanto, el peligro del anonimato demuestra que Internet no ha mejorado la vida de las personas.
|