El boom tecnológico de las ultimas dos décadas ha traído tantos beneficios a nuestra vida diaria como perjuicios a nuestras relaciones sociales reales, desde el uso de dispositivos móviles como celulares o tabletas, hasta el contacto social a través de redes virtuales han ido desplazando poco a poco los lazos reales entre los sujetos. En consecuencia: nuestra capacidad de socializar en un contexto real se esta atrofiando.
Lo que le permite el paso hacia la humanidad al recién nacido es el contacto social con otro ser humano, el cual determina el sano desarrollo afectivo y social del pequeño durante los primeros 3 a 5 años de vida, durante este periodo se determina la capacidad de planeación, la forma en la que se enfrentaran los duelos (perdidas), la tolerancia a la frustración, el carácter afectivo, los patrones en las relaciones afectivas y otros aspectos importantes para el desenvolvimiento sano del ser humano en la etapa adulta; ahora imagine que este contacto es reemplazado por un teléfono celular, o una tableta (mas de una ocasión he tenido la oportunidad de ver como un padre o una madre le dan uno de estos aparatos a su niño de 2 o 3 años para que se entretenga mientras ellos se ocupan en otras cosas) y este se convierte en el instrumento a través el cual el niño accesará al mundo real y con el que ira creciendo, ¿con que herramientas sociales y afectivas esta creciendo el infante? ¿que tipo de anormalidad en el desarrollo puede provocar en el pequeño el uso de estos aparatos?.
Lamentablemente debido a que estamos presenciando las primeras generaciones de sujetos criados a la par con este tipo de tecnologías, no existen datos suficientes ni investigaciones que nos alerten sobre las consecuencias que se presentaran en la adultez por el abuso de estas tecnologías. No pretendo condenarlas diciendo que son perjudiciales por completo, al contrario, el uso de estas tecnologías puede ser benéfico cuando no se cae en el abuso y la dependencia, sin embargo, al menos a mi parecer, hace falta un poco de reflexión acerca de qué tipo de relaciones estamos formando en la red, cómo utilizamos los aparatos electrónicos cuando estamos conviviendo con otras personas en un espacio físico y cómo estas prácticas merman nuestras relaciones sociales en la realidad, imagine una comida o una fiesta en donde en un circulo de amigos más de la mitad están escribiendo un texto o revisando Facebook o Twitter mientras el resto se ve los rostros sin saber que decir, no nos convirtamos en seres incapaces de relacionarse y establecer contactos reales sociales con otros, probablemente estas nuevas generaciones aun no lleguen al extremo que menciono, pero si no tomamos consciencia y reflexionamos sobre nuestra condición de seres sociales, estamos condenando al ser humano, prueba de que esto esta sucediendo es que en algunos círculos de psicólogos se menciona ya el termino “sujeto virtual” para designar el alter ego del sujeto psíquico en las redes virtuales.
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