El Consejo de Gobierno de la Universidad de Alicante (UA) ha revocado este jueves, por unanimidad, el acuerdo de nombramiento del expresidente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato como doctor Honoris Causa.
Tal y como ha recordado la secretaria general, Aránzazu Calzada, pese a la aprobación del acuerdo, el 30 de marzo de 2011, "se trataba de un procedimiento inconcluso y sin eficacia", señala la institución académica en un comunicado.
Calzada ha subrayado que Rodrigo Rato --imputado actualmente en el denominado 'caso Bankia-- nunca llegó a formar parte del claustro de doctores de la Universidad de Alicante, "ya que las circunstancias que motivaron la propuesta cambiaron sustancialmente", pero se ha querido contar con el respaldo del Consejo de Gobierno "a fin despejar cualquier género de duda sobre la voluntad del equipo de gobierno de no proceder a esa investidura y zanjar definitivamente el trámite administrativo".
Desde la UA se ha reiterado que se trata de una revocación "tácita" dado que tres años después de proponerse no se había hecho efectivo, y por tanto "había quedado sin validez" el acuerdo adoptado en 2011. De manera que, "para evitar que continúe", el Consejo de Gobierno "que es quien propone, ahora revoca el acuerdo y cierra el proceso".
La universidad alicantina aprobó investir honoris causa a Rodrigo Rato en el Consejo de Gobierno de 30 de marzo de 2011, a propuesta de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.
POLÉMICA DESDE EL PRINCIPIO
El nombramiento de Rato como honoris causa de la UA levantó polémica desde el principio e, incluso, hubo una campaña de recogida de firmas en la que participaron miembros de la comunidad educativa para protestar por la decisión, según han recalcado fuentes académicas.
En aquella petición contra la investidura se argumentaba que Rato "no cumplía ninguno de los requisitos" necesarios para recibir esta distinción, ya que "ni tiene especial relación con la Universidad de Alicante, ni en él concurren méritos académicos o científicos".
También se hacía notar que su trayectoria al frente del FMI había sido "discutida incluso por la propia institución" y advertía de que "distinguirle como honoris causa de la universidad significa alinearse con quienes, en relación con esta crisis, parecen empeñados en castigar a los inocentes y recompensar a los culpables".
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