Aunque parezca mentira, y pese a que ahora muchos se intentan colgar unas medallas para nada merecidas, algunos llevan años luchando contra la globalización, la contaminación y contra una sociedad que parece querer hacer clones en lugar de personas con gustos y pensamientos propios.
Estos, que llevan años apoyando el comercio local, el de proximidad, ese que te garantiza que te llevas un producto único que te durará prácticamente toda la vida, son los que han hecho que los artesanos de los distintos ámbitos hayan subsistido y, gracias a ellos, se cuenta hoy con fantásticos productos de una calidad y belleza excepcional.
Amalio Burguet, es uno de esos artesanos que cuenta con décadas de experiencia a sus espaldas, sus creaciones, además de únicas, son capaces de provocar una infinidad de sentimientos. Y es que, las notas arrancadas de las guitarras de luthier suenan bien distintas que las arrancadas de un instrumento fabricado por y para saciar a la sociedad consumista de la actualidad.
Pero, ¿alguien se ha parado a pensar qué sería de la humanidad sin artesanos? ¿qué pasaría si alfareros, herreros, cesteros y luthiers, entre muchos otros, desaparecieran?
Puede que muchos sepan lo que es un alfarero o un herrero, sin embargo, para los ajenos al mundo de la música no resulta sencillo saber lo que es un luthier, principalmente, debido a que no resulta tan intuitivo.
Un luthier o lutier es una persona que construye o repara instrumentos musicales de cuerda, es decir, un artesano de los instrumentos de cuerda. La palabra francesa luthier deriva de luth que se traduce como laúd.
Las primeras referencias a estos artesanos de los instrumentos de cuerda datan del siglo XV, y el hecho de que sigan existiendo un buen puñado de ellos es de agradecer, pues como todo el mundo sabe, la música es el lenguaje universal.
Más allá de que se trate de un luthier de guitarras clásicas, flamencas o especiales, de un luthier de violines, violas, laúdes o de cualquier otro instrumento de cuerda, se podría decir que su aportación contribuye a hacer de este mundo un lugar mejor. Y es que, la música, además de ser el lenguaje universal, amaina a las fieras. Los músicos profesionales lo tienen claro, un luthier crea cada instrumento con sumo cuidado, como si fuera un hijo, por eso, las notas que salen de estos instrumentos suenan como ninguna otra.
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