El paro subió en 55.000 personas en el segundo trimestre del año, lo que supone un 1,6% más que en el trimestre anterior, y la ocupación disminuyó en 1.074.000 puestos de trabajo (-5,4%), acusando así el impacto de la crisis sanitaria y del estado de alarma, que afectó prácticamente a todo el periodo de abril-junio.
El dato de paro registrado durante estos tres meses es el peor en un segundo trimestre desde 2012, cuando el desempleo subió en 63.100 personas, mientras que el descenso de la ocupación ha superado todos los registros de la crisis de 2008.
Al finalizar junio, el número total de parados se situó en 3.368.000, y el número de ocupados, en 18.607.200 personas, en tanto que la tasa de paro escaló nueve décimas, hasta el 15,3%, ha informado este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE), que destaca que la EPA del segundo trimestre continúa reflejando la situación creada por la pandemia del coronavirus.
Estadística recuerda que ese más de un millón de empleos perdidos entre abril y junio no se incluye a los afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) de suspensión de contrato, ya que la metodología EPA los considera ocupados mientras dicha suspensión sea inferior a tres meses.
En cambio, señala el INE, la suspensión o la reducción de jornada de los trabajadores afectados por un ERTE, junto con la influencia de otros tipos de ausencias al trabajo, sí ha tenido reflejo en las horas efectivas de trabajo realizadas, que han disminuido un 22,5% respecto al primer trimestre del año.
Con ello, el número de ocupados que efectivamente trabajó entre los meses de abril y junio fue de 13.901.000 personas, el equivalente a poco más de un tercio de la población de 16 y más años.
En cuanto al aumento del paro en 55.000 personas entre abril y junio, el INE señala que no todos los que perdieron su empleo en este periodo pasaron a clasificarse como parados, pues una parte considerable pasaron a considerarse inactivos.
Esto explica el significativo aumento de los inactivos durante el segundo trimestre (1.062.800 personas más).
Este incremento de la inactividad se debe fundamentalmente a que el confinamiento y el cierre de empresas impidió a 1.628.500 personas buscar empleo a pesar de estar disponibles para trabajar. "Por ello, no han podido cumplir todas las condiciones que la definición OIT exige para ser clasificado como parado y han quedado clasificados como inactivos", precisa Estadística.
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