Los ministros de Economía de la eurozona han alcanzado este viernes, al
tercer intento, un acuerdo con el nuevo Gobierno griego para prorrogar
durante cuatro meses --en lugar de seis como había solicitado
inicialmente Atenas-- su programa de asistencia financiera, que vence el
próximo 28 de febrero.
A cambio de la prórroga, Grecia se compromete a presentar el lunes una
primera lista de reformas prioritarias, basadas en el actual rescate.
Estas reformas serán examinadas por las instituciones de la troika (formada por la Comisión
Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional). Si la evaluación es
positiva, el Eurogrupo dará su visto final a la prórroga el martes por teleconferencia y se
iniciará el proceso de ratificación de la prórroga en los parlamentos nacionales que deben
hacerlo (los de Alemania, Finlandia, Estonia y Países Bajos). La lista deberá detallarse por
completo y pactarse con la troika a finales de abril.
Grecia ha reiterado "su compromiso inequívoco de cumplir sus obligaciones financieras con
todos sus acreedores plenamente y en plazo". Además, promete "abstenerse de revertir
medidas y de cambios unilaterales a las políticas y reformas estructurales que puedan tener
un impacto negativo en los objetivos fiscales, la recuperación económica o la estabilidad
financiera", según se recoge en la declaración aprobada por el Eurogrupo.
"Ha habido una serie de medidas anunciadas en Atenas, pero el Gobierno griego nos ha
garantizado que, si estas medidas tienen un impacto negativo en la sostenibilidad fiscal, sólo
se adoptarán de acuerdo con las instituciones (de la troika)", ha asegurado el presidente del
Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, en rueda de prensa al término de la reunión.
"Eso no significa que el Gobierno griego no pueda adoptar un nuevo tipo de medidas o un
nuevo enfoque político pero, si tiene un impacto en el presupuesto, debe financiarse
plenamente", ha explicado. "El Gobierno griego propondrá nuevas medidas para afrontar los
problemas sociales que son prioritarios para ellos. Yhay apertura y flexibilidad dentro del
programa, pero tiene que estar pagado", ha resaltado.
Otra concesión que obtiene Atenas es que se relaja su objetivo de superávit presupuestario
para 2015, que inicialmente era del 3% del PIB. Grecia pedía rebajarlo al 1,5% y la
declaración final dice que la meta se fijará "teniendo en cuenta las circunstancias
económicas", que son peores de lo previsto.
FINANCIACIÓN FUTURA
Si se cumplen todas las condiciones, el Eurogrupo desembolsará los fondos pendientes, que
son 1.800 millones del fondo de rescate y otros 1.900 millones de los beneficios del BCE por
la compra de deuda griega. A ello hay que sumar un tramo de 3.500 millones del FMI. El
pago debe ser aprobado por la eurozona. En cuanto a los bonos por valor de casi 11.000
millones de euros para recapitalizar la banca que se habían transferido a Atenas, volverán al
fondo de rescate pero siguen estando disponibles si el BCE los considera necesarios.
Dijsselbloem espera que los pagos se hagan "lo antes posible", pero todo dependerá de lo
que haga Grecia. Yha explicado que la prórroga es de cuatro meses, en lugar de los seis
que pedía Atenas, porque hay que evaluar rápidamente las necesidades futuras de
financiación de Grecia de cara a un posible tercer rescate.
"Todavía hay dinero disponible en el programa, es limitado y necesitamos evaluar
rápidamente cuáles son los retos del futuro en términos de necesidades de financiación", ha
apuntado el presidente del Eurogrupo. "Cuatro meses es el plazo adecuado teniendo en
cuenta lo que tenemos que hacer y lo que todavía hay en el programa en términos de
financiación", ha indicado.
RECONSTRUIR LA CONFIANZA
Dijsselbloem ha celebrado el acuerdo por considerar que "es un primer paso en el proceso
de reconstruir la confianza" con Grecia tras la elección del nuevo Gobierno de SYRIZA. De
hecho, él ha sido el autor del texto de compromiso pactado primero con Grecia y Alemania y
luego ratificado por la troika y el conjunto del Eurogrupo.
El propio Disselbloem ha negociado por separado el texto con el ministro griego de
Finanzas, Yanis Varoufakis, y con el alemán, Wolfgang Schäuble, acompañado por el
comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, y la directora gerente del Fondo
Monetario Internacional, Christine Lagarde.
Varoufakis y Schäuble no han mantenido ningún contacto directo durante las negociaciones,
según las fuentes consultadas. Cuando el texto ya se había cerrado, Alemania, Grecia y los
representantes de la troika han celebrado una última reunión para ratificarlo.
Después se ha presentado al resto del Eurogrupo, momento en el que España ha planteado
algunas reservas que luego ha levantado, según fuentes europeas. El ministro Luis de
Guindos ha negado que intentara bloquear el texto y ha explicado que se limitó a pedir que la
troika presentara una primera evaluación de las reformas griegas antes de que el Eurogrupo
dé su visto bueno definitivo.
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