Dulce Pontes © Gonçalo Claro
Dulce Pontes (Portugal, 1969), una de las voces lusas más internacionales, regresa a Madrid para presentar Perfil en el ciclo Fronteras del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM). Se trata de un nuevo proyecto, tras cuatro años desde su último trabajo discográfico, en el que la aclamada cantante vuelve a sus raíces y a los artistas que le han inspirado a lo largo de sus más de treinta años de extraordinaria trayectoria. El concierto tendrá lugar el domingo 23 de octubre, a las 19:30 horas, en el Auditorio Nacional de Música.
La pianista, compositora e intérprete portuguesa es considerada como la renovadora del fado y sucesora de la sublime Amália Rodrigues. Convertida en referencia internacional, Dulce Pontes presentará en este espectáculo el corazón de Perfil, un álbum donde aborda grandes clásicos del fado, pero también paisajes sonoros más libres y abiertos, que evidencian su característico eclecticismo musical. Así, junto a la música tradicional portuguesa, brotan melodías donde se abren paso el jazz y la música latina. El proyecto ha sido producido por la propia Dulce Pontes junto con Yelsy Heredia, considerado uno de los mejores contrabajistas cubanos de su generación y con quien ha colaborado en anteriores proyectos.
En el concierto, el público podrá escuchar la extraordinaria versión de Amapola, una canción tradicional de los años 20 compuesta por José María Lacalle García, interpretada íntegramente, por primera vez, en portugués. Otra bella propuesta del repertorio más fadista es Soledad, escrita por la poetisa Cecília Meireles y cantada originalmente por la mencionada Amália Rodrigues, pero nunca antes grabada en estudio. También sonarán otras propuestas musicales más contemporáneas, como Valsa Da Libertação, la única colaboración del álbum, escrita por Pedro Homem de Mello, con arreglos y voz de Ricardo Ribeiro.
Desde Portugal hacia el mundo
Con grandes éxitos como Canção do Mar a sus espaldas, Dulce Pontes se ha convertido en una voz imprescindible para los amantes del fado y de la música en general. La artista ha sido capaz de recoger el testigo de su sucesora, Amália, conocida como “la reina del fado”, y llevar el género a otros territorios sonoros más innovadores, con composiciones que hacen incursiones en el tango, el jazz, la música árabe u otros estilos musicales.
En sus trabajos, destaca un perfecto equilibrio entre lo tradicional y lo moderno. Su versátil y emotiva voz, con un timbre muy característico, ha conseguido llevar el fado por todo el mundo hasta convertirse en una de las cantantes y compositoras portuguesas más internacionales. También ha colaborado con conocidos artistas de diferentes latitudes, entre ellos, músicos como Ennio Morricone, con quien publicó en 2003 el trabajo discográfico Focus, del que se vendieron más de 300.000 ejemplares.
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