El incremento de los regadíos constituye la mayor amenaza para ríos, acuíferos y humedales en España, lo que puede llevar a “un colapso hídrico” en pocos años en “buena parte” del territorio, según Ecologistas en Acción.
Esta organización hizo esta consideración este miércoles coincidiendo con el Día Mundial del Agua. Precisamente, hoy comienza una Conferencia de la ONU sobre el Agua en Nueva York (Estados Unidos), que se prolongará hasta el próximo viernes.
España cuenta actualmente con más de cuatro millones de hectáreas de regadío. A ello hay que añadir la superficie de superficie regada ilegalmente, que podría ascender a un 30% más, según estudios recientes realizados en Doñana, las Tablas de Daimiel, el acuífero de los Arenales y el mar Menor. Por tanto, la cifra total superaría los 4,5 millones de hectáreas.
Esa cantidad supone el 85% del consumo del agua en España, sin contar con el uso ilegal de este recurso. El porcentaje es incluso mayor si se tienen en cuenta los retornos, es decir, el agua que vuelve de nuevo al sistema después de usarse, según Ecologistas en Acción.
Mientras el abastecimiento a poblaciones tiene un retorno superior al 80%, en el regadío es de solo un 10% y bajando, dada la proliferación de los cultivos de leñosos, que llevan riego por goteo. Así, el consumo neto real de agua del regadío se situaría en torno al 93% del consumo total de agua. Castilla-La Mancha es la región donde más ha aumentado la superficie de regadío, con un crecimiento del 65% en los últimos 25 años. Por detrás están Andalucía y Extremadura.
“Es especialmente preocupante el aumento exponencial que están teniendo los cultivos de regadío intensivo de leñosos que hasta hace dos o tres décadas eran solo de secano, como es el olivar, el viñedo y el almendro, ahora acompañado también del pistacho”, indicó Ecologistas en Acción, que consideró “increíble” que el cultivo en regadío más extenso sea el olivar, con 853.000 hectáreas, por delante del viñedo (400.000), el almendro (150.000) y el pistacho (20.000).
Por otra parte, la proliferación del regadío conlleva el uso masivo de fertilizantes y plaguicidas, que contaminan acuíferos y aguas superficiales. Un ejemplo paradigmático de las consecuencias de esta contaminación es el Mar Menor (Murcia), por lo que Ecologistas en Acción consideró la expansión del regadío como la mayor amenaza actual para el medio natural. “Si se continúa como hasta ahora, en la siguiente sequía plurianual se producirá un colapso hídrico que afectará especialmente a la mitad sur de la península”, avisó.
Por ello, Ecologistas en Acción reclamó que la superficie actualmente regada se reduzca en al menos un millón de hectáreas con el fin de “alcanzar un cierto reequilibrio hídrico y evitar que se produzca el colapso hídrico”. “Esta reducción de la superficie regada en ningún caso afectaría a la soberanía alimentaria, pues actualmente el 75% de la producción en regadío se destina a la exportación”, añadió.
|