La celebración anual conocida como “Juneteenth”, o Día de la Liberación, es el feriado federal más reciente de Estados Unidos. Promulgado por el presidente Biden en 2021, este feriado conmemora el 19 de junio de 1865, día en el que las personas esclavizadas que residían en la ciudad de Galveston, en el estado de Texas, finalmente se enteraron de que eran libres. Eso sucedió más de dos años y medio después de que el presidente Abraham Lincoln firmara la Proclamación de Emancipación, que efectivamente los había convertido en hombres y mujeres libres.
Durante varias generaciones, los antiguos esclavos y sus descendientes han celebrado el Juneteenth. A lo largo de las décadas, esa festividad ha ido creciendo y ha sido abrazada por una población cada vez más diversa, que es consciente de la importancia histórica de esa fecha. Sin embargo, a pesar de que Juneteenth haya sido finalmente declarado como feriado federal, la población negra de Estados Unidos continúa enfrentando niveles inaceptables de discriminación, segregación, disparidad en términos de salud y riqueza, y muchos otros síntomas del racismo sistémico.
La estrella olímpica de atletismo Tori Bowie tenía tan solo 32 años cuando murió en su casa el pasado mes de mayo. El departamento médico forense del condado de Orange, Florida, informó que Bowie estaba embarazada de ocho meses y se encontraba en trabajo de parto cuando falleció, muy probablemente debido a una eclampsia, una complicación del embarazo. Bowie, quien era negra, ganó una medalla de oro, una de plata y una de bronce en los Juegos Olímpicos de 2016 que se celebraron en Río de Janeiro. En el mes de abril, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos llevaron a cabo la Semana de la Salud Materna de las Mujeres Negras y destacaron que las mujeres negras en Estados Unidos tienen tres veces más probabilidades de fallecer por complicaciones relacionadas con el embarazo que las mujeres blancas.
Tianna Tashelle Bartoletta, compañera de Bowie en el equipo olímpico, escribió tras conocer su muerte: “A junio de 2023 […] tres de las cuatro integrantes del equipo estadounidense de relevos de 4 por 100 metros […] que obtuvieron el segundo mejor tiempo de la historia en esa disciplina y trajeron a casa la medalla de oro […] casi mueren o murieron durante sus trabajos de parto. Nos merecemos algo mejor”. Bartoletta finalizó su publicación con la etiqueta #BlackMaternalHealthCrisis (Crisis de la Salud Materna de las Mujeres Negras).
En el estado de Colorado, Jor’Dell Richardson acababa de terminar el octavo grado en la Academia Preparatoria Aurora West College, una escuela secundaria de la ciudad de Aurora. El 1 de junio, dos agentes de policía de la ciudad persiguieron al joven afroestadounidense hasta un callejón, donde lo derribaron y lo inmovilizaron contra el suelo. En la grabación de las cámaras corporales de la policía se escucha que Jor’Dell dice “¡Ya me tienen!”. Un instante después, uno de los agentes le dispara en el abdomen. Antes de morir, tirado en el suelo y aullando de dolor, Jor’Dell grita: “¡Lo siento! Por favor… No puedo respirar…”.
Aurora, un gran suburbio de la ciudad de Denver típicamente de clase trabajadora y en el que residen también diversas comunidades migrantes, fue el lugar donde la policía causó la muerte de Elijah McClain el 24 de agosto de 2019. En esa ocasión, la policía de Aurora había recibido la llamada de una persona que denunciaba la presencia de “un hombre negro sospechoso” que “actuaba raro”. En realidad, el joven estaba caminando de regreso a su hogar luego de comprar unas latas de té helado en la tienda de la esquina de su casa. El violento accionar de la policía fue captado por las cámaras corporales de los oficiales. Elijah era un joven de 23 años de edad que medía menos de 1,70 metros de altura y pesaba solamente 63 kilos. Se cree que sufría trastornos del espectro autista. Elijah solía ir a un refugio de animales para tocar el violín y consolar a los gatos y perros abandonados que allí se encontraban. Los agentes de policía que respondieron a la llamada, derribaron al joven contra el suelo y le realizaron una maniobra de estrangulamiento. “Me llamo Elijah McClain […] Soy introvertido y soy diferente. Solo soy diferente, eso es todo”, exclamó el joven. Y, entre sollozos y desesperación, continuó: “¿Por qué me están atacando? […]. ¡No puedo respirar!”.
El equipo de urgencias médicas que acudió al lugar le inyectó al joven una dosis letal de ketamina, un poderoso sedante. McClain nunca recobró el conocimiento y murió en un hospital pocos días después. El 27 de junio de 2020, un mes después del asesinato de George Floyd a manos de la policía, se realizó una vigilia musical frente al Centro Municipal de Aurora, en la que un grupo de violinistas se juntó para interpretar música clásica en honor a la vida de Elijah McClain. La policía antidisturbios de Aurora reprimió violentamente la vigilia.
Tres oficiales de policía y dos de los paramédicos involucrados en la muerte de McClain han sido acusados penalmente y sus juicios están programados para comenzar en septiembre.
Más recientemente, el 1 de mayo de este año, Jordan Neely, un artista callejero negro que solía imitar a Michael Jackson, fue atacado y asesinado en un vagón de metro de la ciudad de Nueva York. Neely gritaba que tenía hambre y sed cuando Daniel Penny, un ex infante de Marina blanco de 24 años, lo agarró por el cuello y le aplicó una maniobra de estrangulamiento, alegando que el artista representaba una amenaza para los pasajeros. Dos hombres más se sumaron a la pretendida acción de justicia por mano propia e inmovilizaron las manos y las piernas de Neely mientras este intentaba respirar. Un video filmado desde un teléfono celular, que registró parte del ataque, muestra el momento en el que Neely forcejea durante varios minutos antes de quedar inerte. La muerte de Neely fue formalmente calificada como un homicidio, causado por “compresión del cuello”, es decir, por una maniobra de estrangulamiento.
Tras el incidente, Daniel Penny fue interrogado por la policía, que luego lo dejó en libertad. Más de una semana después, tras una oleada de indignación y protestas, el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, presentó cargos por homicidio involuntario en segundo grado contra Penny. Y ahora un gran jurado ha acusado formalmente a Penny por el asesinato de Neely.
Estas tres muertes, la de Tori Bowie, Jor’Dell Richardson y Jordan Neely, ocurridas todas en circunstancias distintas y con algunas semanas de diferencia, están unidas por el doloroso hilo que atraviesa la experiencia de la población negra en Estados Unidos, una historia que se remonta a 1619, el año en el que llegó a las costas de Virginia el primer barco con africanos esclavizados.
Los supremacistas blancos están tratando de borrar esa parte de la historia, de impedir que se enseñe. Debemos celebrar el Día de la Liberación, pero también debemos recordar la historia sangrienta que precedió a ese día en Galveston y comprometernos a luchar contra las diversas formas de racismo que aún persisten en la actualidad.
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