En España, la cifra de abandono de perros y gatos asciende a los 288.000 a cierre de 2022, según datos de la Fundación Affinity. Los factores de abandono suelen ser diversos, entre los más comunes destacan las camadas no deseadas, el comportamiento animal o la pérdida de interés. En ese contexto, Tiendanimal, junto con la experta veterinaria de Clinicanimal, Nuria Gómez Constanzo, enumeran una serie de acciones sencillas que se pueden tomar a nivel individual para mitigar esta realidad. En primer lugar, el principal motivo de abandono, según los últimos datos arrojados por la Fundación Affinity, son las camadas no deseadas que ocupan el 18,6% de los datos de abandono. Esta realidad se acentúa en el caso de gatos que, por sus escasas salidas al exterior, “raramente se esterilizan, salvo que convivan con otros gatos y, aún así, tampoco ocurre siempre. Esto impide que se reduzcan estas cifras tan alarmantes”, insisten. En el caso de los perros, aunque también existen datos sobre camadas no buscadas, su reproducción está más controlada. Por su parte, el comportamiento animal ocupa la segunda posición, abarcando el 12,3% de las cifras globales. “Esto se debe a que el animal presenta un conducta inadecuada con su entorno, ya sea con su familiares, el resto de los animales con los que convive o con lo que le rodea. Por eso, en Tiendanimal y Clinicanimal consideramos que es clave corregir a tiempo estos comportamientos, preferiblemente desde que son pequeños. Para ello, podemos apostar por figuras especializadas como la del etólogo, que ayuda a analizar las causas de estas desviaciones y a plantear soluciones para que la convivencia sea más sencilla”, añadía Constanzo. Por último, factores como la pérdida del interés por parte de la familia, cambios en la situación económica o en la vivienda son otros de los motivos de abandono, que aglutinan el 11,6%; el 8,9% o 7,8% de las cifras actuales de abandono respectivamente. En ese sentido, desde Tiendanimal señalan que: “antes de incorporar a la familia a ningún animal, debemos ser críticos y valorar si podremos hacernos cargos de ellos y de lo que implica su tenencia, así como de las posibles alergias que pueden generar, del tiempo de dedicación que necesitan, entre otros factores que resultan claves en la convivencia. Una vez hayamos analizado todas estas posibilidades y sepamos que podemos cubrir sus necesidades sin problema, estaremos listos para darles la bienvenida”.
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