A lo largo de la historia, muchos han buscado técnicas eficaces para mejorar el aprendizaje. Mi padre decía que por la noche aprendemos, que lo que escuchamos o repasamos antes de dormir se consolida durante el sueño. Este concepto tiene cierto respaldo en la ciencia moderna, ya que el sueño juega un papel esencial en la consolidación de la memoria.
¿Cómo funciona el aprendizaje durante el sueño?
El cerebro humano es una máquina asombrosa que, incluso mientras dormimos, sigue trabajando. Durante el sueño, especialmente en las fases de sueño profundo (conocido como sueño de ondas lentas) y el sueño REM, el cerebro revisa la información que hemos adquirido durante el día. Es en este proceso donde organiza y refuerza los recuerdos, consolidándolos en nuestra memoria a largo plazo.
La idea de escuchar información antes de dormir, como podcasts o audiolibros, no es un método mágico para aprender sin esfuerzo, pero sí puede tener efectos beneficiosos. Lo que oímos y leemos antes de acostarnos tiene más probabilidades de ser mejor retenido, debido al refuerzo que recibe durante el sueño. La clave aquí es que el aprendizaje activo ocurre antes de dormir, y el sueño ayuda a reforzar ese aprendizaje.
El caso de mi madre: una técnica de estudio nocturna
Mi madre, cuando era estudiante, encontró una manera ingeniosa de aprovechar esos momentos nocturnos. Estudiaba historia, una asignatura que le resultaba especialmente difícil, y para asegurarse de recordar los datos importantes, tomaba notas de lo que le costaba retener. Si durante la noche se despertaba y necesitaba ir al baño, llevaba consigo sus notas y las leía. Para su sorpresa, esta técnica le ayudaba a retener mejor la información para los exámenes.
Esta estrategia puede tener una base lógica, ya que despertarse en medio de la noche y repasar información podría aprovechar un momento en el que el cerebro está aún en un estado de consolidación de memoria. Al estar medio dormido, la mente no está saturada de nuevos estímulos y puede enfocar mejor la información leída en esos momentos.
Conclusiones: cómo optimizar el aprendizaje nocturno
Si bien no podemos aprender activamente mientras dormimos, lo que hacemos antes de acostarnos y nuestras técnicas de estudio nocturnas pueden tener un impacto significativo en la retención de información. Algunas recomendaciones basadas en la investigación científica son:
- Revisa antes de dormir: Repasar lo que has estudiado antes de acostarte puede ayudar a consolidar esa información durante el sueño. - Evita estímulos distractores: Antes de dormir, trata de evitar sobrecargar tu cerebro con demasiada información nueva o irrelevante. - Prueba técnicas personales: Como en el caso de mi madre, probar técnicas no convencionales, como leer durante breves despertares nocturnos, podría ser útil para algunas personas.
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