El sérum de ácido hialurónico se ha convertido en un básico dentro del mundo de la cosmética. Sin embargo, irónicamente puede que haya hecho que no lo consideres tan importante. Su principal función es la de hidratar la piel y hay quienes piensan que, ¿para qué invertir en un sérum de este tipo si la crema hidratante ya ejerce esta misma función? Pero la realidad es que los expertos consideran que es una de las fórmulas más imprescindibles en cualquier rutina de belleza. Sí, repetimos, en CUALQUIER RUTINA DE BELLEZA.
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“Todo el mundo necesita hidratación en su piel y si no la aplicamos hasta el último paso, el de la crema, no le estamos sacando todo el partido a nuestra rutina facial. Por eso, es necesario humectar la piel al inicio y, para ello, nada como un suero con ácido hialurónico”, defiende Daniel Jiménez, cosmetólogo y director técnico de Skin Generics y CEO de BeLab Services.
El mejor equilibrante de tu piel
Se habla mucho del poder equilibrante de los tónicos después de la limpieza, pero el sérum de ácido hialurónico gana por goleada. “Después de limpiarnos el rostro, uno de los efectos más comunes y rápidos es el de la sensación de sequedad y tirantez. Un tónico tiende a equilibrar pH y aportar algo de humedad instantánea, pero no al mismo nivel que un sérum con ácido hialurónico”, comenta Jiménez, quien añade que “el mayor equilibrio que le puedes aportar a tu piel es llenarla de humedad y recordemos que el ácido hialurónico hidrata por sí mismo, retiene hasta 1.000 veces su peso molecular en agua y atrae el agua ambiental”.
Potencia tus otros cosméticos
Hablando con el experto, nos explica que: “imagina la capacidad que tiene el agua para transportar o generar energía eléctrica, algo parecido sucede con la piel”. ¿Qué significa esto? Que el ácido hialurónico tiene la habilidad de mejorar la permeabilidad y conducción de los activos en tu piel para hacerlos más eficaces. “Si vamos a usar un sérum de vitamina C o de Retinol, por ejemplo, siempre será más efectivo y actuará de manera más eficiente en la piel si antes la hemos humectado con ácido hialurónico”, añade Daniel Jiménez.
Menos arrugas
Por si no fuera poco, aunque esto ya lo sabrás, el ácido hialurónico ayuda a disimular las arrugas. Aunque no las quita ni las trata de por sí, “tiene el potencial de rellenar los surcos que se crean en la piel con la humedad que aporta, favoreciendo que las arrugas y finas líneas sean menos visibles. Da a la piel un aspecto jugoso y más relleno”, opina Daniel Jiménez. Es decir, apoya a otros activos, como los ácidos exfoliantes o el retinol para que la piel se vea más joven y con un aspecto más saludable, sobre todo.
La clave: siempre primero
Eso sí, para que cumpla todos estos objetivos de forma óptima, “debemos aplicarlo siempre después de la limpieza o del tónico e, imprescindible, antes de los demás pasos de la rutina como un segundo o tercer sérum, la crema o el SPF”, sostiene Daniel Jiménez. “Si lo aplicas después, puede que los sérums no sean tan eficaces o que remuevas la capa de lípidos que genera la crema y que es imprescindible para retener la humedad en la piel durante horas”, concluye.
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