El cuidado de la salud bucodental es fundamental no solo para preservar una sonrisa saludable y estética, sino también para salvaguardar la salud general. De hecho, estudios recientes han evidenciado que una mala salud bucodental, además de comprometer la funcionalidad de la boca, puede contribuir al desarrollo de enfermedades sistémicas, como la diabetes y las afecciones cardiovasculares. La boca, es la puerta de entrada al organismo; por lo que desempeña un papel clave en el mantenimiento de la salud bucodental y general.

Con motivo del Día Mundial de la Salud Bucodental, que se celebra el 20 de marzo, la Dra. María Latorre, odontóloga y coordinadora de periodoncia de Vitaldent subraya la importancia de desmentir los mitos que han circulado durante años sobre el cuidado de los dientes y las encías, ya que estas creencias erróneas pueden llevar a prácticas incorrectas que ponen en riesgo la salud bucodental. En este contexto, la experta destaca la necesidad de reforzar los enfoques que realmente promueven una adecuada higiene oral, tales como el uso correcto del cepillo de dientes, la práctica de un blanqueamiento dental seguro y la importancia de realizar visitas periódicas al dentista.
Cepillarse con fuerza los dientes, mejora la higiene oral
Uno de los mitos más comunes es que, para eliminar toda la placa y los restos de alimentos, debemos cepillarnos los dientes con fuerza. Sin embargo, la Dra. Latorre asegura que la técnica es más importante que la fuerza. De hecho, según la doctora, cepillarse demasiado fuerte puede hacer más daño que bien. Además, añade que “la presión excesiva puede desgastar el esmalte dental y provocar la retracción de las encías, lo que puede llevar a la sensibilidad dental y otros problemas; lo más recomendable es usar un cepillo de cerdas suaves, realizar movimientos suaves y circulares y utilizar un dentífrico con flúor para fortalecer el esmalte y prevenir la caries”.
El blanqueamiento dental daña los dientes
Muchas personas temen que el blanqueamiento dental dañe el esmalte de los dientes, pero esta es una creencia equivocada. Sobre esto, la coordinadora de periodoncia de Vitaldent explica que cuando este procedimiento se realiza bajo la supervisión de un odontólogo, el blanqueamiento es seguro y efectivo. “Los tratamientos de blanqueo contienen ingredientes que descomponen las moléculas de pigmento en los dientes sin afectar a su estructura; sin embargo, es fundamental que sea supervisado por un profesional, ya que el uso indebido de algunos productos de blanqueamiento en casa o en exceso pueden causar desgastes y/o sensibilidad, explica.
Los empastes se deben reemplazar cada cierto tiempo
“Aunque algunos empastes pueden desgastarse con el tiempo, no es necesario reemplazarlos a menos que presenten signos de daño, como fisuras, caries o pérdida de material”, comenta la Dra. María Latorre. Los empastes modernos están hechos para durar muchos años si se cuidan adecuadamente. Lo anterior, no quiere decir que no requieran de seguimiento y visitas regulares al dentista para controlar y asegurar su estado. “Si el empaste se ve afectado, el dentista decidirá el mejor momento para reemplazarlo, pero no hay necesidad de hacerlo automáticamente cada pocos años”.
Los dientes de leche no necesitan cuidado, ya que se caen
Si bien es cierto que los dientes de leche se caerán eventualmente, no significa que estos no requieran del mismo cuidado que la dentición permanente. Sobre este tema, la experta remarca que estos dientes son fundamentales para el desarrollo de la dentición permanente, ya que sirven para guiar a los dientes permanentes a su lugar y son cruciales para diferentes funciones como la masticación y el habla. Por este motivo, explica que “ignorar la higiene dental en esta etapa puede llevar a infecciones, caries y otros problemas que pueden afectar el desarrollo adecuado de los dientes permanentes. Los niños deben cepillarse los dientes de leche igual que los adultos, y es importante llevarlos al dentista desde temprana edad para evitar problemas futuros”.
El enjuague bucal puede sustituir el cepillado
El enjuague bucal es un complemento útil para la higiene bucal, pero no puede sustituir al cepillado. “El enjuague bucal ayuda a reducir las bacterias, refrescar el aliento y combatir la placa, pero no tiene la capacidad de eliminar los restos de alimentos y placa que se acumulan en los dientes y encías”, explica Latorre. Por este motivo, el cepillado con un dentífrico con flúor y el uso de hilo dental son esenciales. Un enjuague bucal puede ser útil después del cepillado para ofrecer una protección adicional, pero nunca debe ser un sustituto del cepillado diario.
El mal aliento siempre es causado por la falta de higiene bucal
Aunque la mala higiene bucal es una causa común del mal aliento, no es la única. En este contexto, la doctora explica que “el mal aliento persistente puede ser causado por una variedad de factores, como infecciones en la boca, problemas digestivos, enfermedades sistémicas (como la diabetes o problemas hepáticos) o incluso el uso de ciertos medicamentos”. Por este motivo, frente al mal aliento crónico, es importante consultar con un dentista para identificar la causa.
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