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El “estirón”, la mejor etapa para iniciar una ortodoncia infantil

Los tipos de ortodoncia varían según la edad del niño y la mayoría se colocan entre los 11 y 15 años
Francisco Acedo
viernes, 24 de febrero de 2017, 00:01 h (CET)
Hay una etapa en el desarrollo del niño, el denominado “estirón”, que se suele prolongar durante 9 meses, en la que el crecimiento alcanza una gran velocidad y en el que la ortodoncia puede ofrecer mejores resultados. Un diagnóstico precoz es otro elemento que puede jugar a favor del niño.

La edad es, por lo tanto, un elemento decisivo que influye tanto en el proceso como en el resultado final, recuerdan en Sanitas Dental. En las niñas, la aparición del estirón puberal suele coincidir con el inicio de la pubertad, lo que se produce a una edad media de 10-11 años. En los niños es excepcional que el estirón puberal coincida con el inicio de la pubertad, habitualmente suele iniciarse más tardíamente. La edad media para el inicio del estirón serían los 12-13 años.

De este modo, tres de cada diez de los pacientes que iniciaron un tratamiento de ortodoncia en Sanitas Dental durante 2016 tienen entre 11 y 15 años, dos de cada diez cuentan con edades comprendidas entre los 6 y 10 años. Según Patricia Zubeldia, responsable de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental, “la infancia es el momento clave para actuar si hay problema en el recambio de los dientes o una mala oclusión entre los dientes superiores y los inferiores. Un diagnóstico temprano puede evitar tener que realizar tratamientos completos de ortodoncia o cirugía ortognática en el futuro”.

Por esto, es muy importante que los niños realicen las revisiones necesarias, dos al año, para evitar problemas futuros y para iniciar el tratamiento en el momento adecuado. El especialista puede predecir su inicio mediante la medición de la edad ósea a través de una radiografía de la zona cervical. “A partir de los siete u ocho años, los dientes incisivos superiores e inferiores ya son los definitivos o están erupcionando, por lo que resulta más sencillo realizar un diagnóstico precoz de posibles alteraciones del crecimiento óseo”, afirma Zubeldia.

Removibles o fijos
Los tratamientos varían en cuanto a tipología y características y dependen de la edad del niño. A los siete años se puede iniciar una ortodoncia con aparatos removibles, de quita y pon, con la que se pueden corregir problemas como la mordida cruzada posterior o el estrechamiento posterior.

Por otro lado, para comenzar un tratamiento con aparatos fijos o brackets el niño tiene que haber concluido la sustitución de todos los dientes de leche. Este tipo de aparato se utiliza para controlar el desplazamiento de los dientes hasta lograr una oclusión perfecta.

Por lo general, la duración de los tratamientos que se inician a una edad precoz suele ser de entre 12 y 18 meses.

Patricia Zubeldia recuerda que “los niños que usen aparato deben extremar las medidas de higiene. Sobre todo, en aparatos fijos, es recomendable cepillar los dientes siempre después de comer ya que la retención de restos de comida y placa es mucho mayor. Y para los removibles, deben cepillarse los dientes antes de colocarlo y después de retirarlo. Además antes de colocarlo en boca y para mantenerlo limpio, hay que cepillarlo con agua y un cepillo de uñas con jabón neutro”.

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