El Real Madrid aseguró el factor cancha para los 'play-off' de la Euroliga gracias a la victoria (85-69) de este miércoles ante el FC Barcelona en el WiZink Center, con los locales haciendo leña del árbol caído al ritmo de Sergio Llull y Anthony Randolph.
El quinto Clásico de la temporada fue un descafeinado choque entre dos polos opuestos. Un Madrid que, pese a las últimas derrotas (cinco de ocho partidos desde la Copa), se mantiene en lo alto de la Euroliga, y un Barça que llegaba ya eliminado, fuera del 'play-off' 12 años después, y que sumó la 17ª derrota europea.
Los de Pablo Laso hicieron los deberes, que se escaparon en Atenas la pasada semana, para asegurarse un puesto entre los cuatro primeros. Diez días después del último Clásico, el que decidió Llull sobre la bocina, el Madrid apenas encontró oposición en un Barça sin rumbo, desquiciado como un Georgios Bartzokas expulsado en la primera mitad.
La crisis blanca desde que ganara la Copa en Vitoria al lado de la azulgrana es un pequeño resfriado contra una neumonía. Así de enfermo está el Barcelona, frío como este tiempo en los últimos coletazos antes de la primavera. Si sale el sol será el de la capital, como hace casi cada año desde que llegase Pablo Laso.
El Madrid no necesitó una gran partido para cumplir su segundo objetivo continental, una vez clasificado, de gozar del factor cancha en cuartos de final, y dejar atrás las últimas derrotas. Una fase en la que no estará el Barça después de 11 años seguidos, el último ejemplo que describe un barco a la deriva.
Dos minutos tardó el equipo culé en mirar a canasta y casi cuatro en anotar. El Madrid gozó de buenas rentas de inicio a pesar de no guardar el rebote, pero con Llull y Randolph a buen nivel (22-13). Los triples de Koponen y los cinco rebotes de Tomic fueron el sustento culé.
Encontró respiro el equipo visitante mejorando en defensa con la agresividad de Diagne, pero la falta de conexión era palpable. Pases a los pies, pérdidas, jugando como con uno menos con un Juan Carlos Navarro en pista exigido ante las muchas bajas catalanas, pasaron de un 22-20 a un 32-23 en un abrir y cerrar de ojos.
Ahí comenzó la desesperación culé. Técnica para Tomic por un golpe a Doncic y expulsión de un Bartzokas fuera de sí en las protestas a Lamonica, seguramente desesperado más con su propio equipo. Llull se encargó de hurgar un poco más en la herida con un triple sobre la bocina (41-27).
Tras el descanso, sin nada que perder ni con el continuo aspaviento del técnico griego en el banco, el Barça jugó desinhibido. Soltó las muñecas al menos y encontró el acierto ausente anteriormente con los triples de Rice y Oleson.
El Real Madrid, encantado, aceptó el tú a tú, con Llull rompiendo el aro rival (8 puntos en el tercer cuarto) para mantener la buena renta local (62-48). Gustavo Ayón se sumó a la fiesta, con la zona azulgrana venida a menos desde el primer cuarto. La fiesta del Palacio estaba servida.
Hace 10 días el Barça plantó cara hasta el final, pero con escaso orgullo a estas alturas y una desesperación general a la que se sumó Navarro en sus protestas, el feudo blanco se recreó en la eliminación culé. Los de Laso, sobre el parqué, se encargaron de que la paliza fuera también sonada.
FICHA TÉCNICA. --RESULTADO: REAL MADRID, 85 - FC BARCELONA, 69. (41-27, al descanso). --EQUIPOS. REAL MADRID: Llull (21), Maciulis (2), Taylor (3), Randolph (13) y Ayón (14) -cinco inicial- Rudy Fernández (2), Hunter (8), Doncic (5), Carroll (8) y Thompkins (9).
FC BARCELONA LASSA: Rice (12), Oleson (9), Perperoglou (7), Claver (5) y Tomic (12) -cinco inicial- Koponen (11), Navarro (4), Renfroe (5), Eriksson (-), Vezenkov (3) y Diagne (1).
--PARCIALES: 22-13, 19-14, 23-24 y 21-18. --ÁRBITROS: Lamonica (ITA), Mogulnok (TUR) y Koljensic (MNE). Eliminado por faltas personales Carroll en el Real Madrid. Expulsado el técnico del Barça Bartzokas.
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