El Comité Olímpico Internacional (COI) está monitoreando de cerca las tensiones en la península coreana, pero ha afirmado que no tiene planes de contingencia para mover los Juegos de Invierno del próximo año en Pyeongchang (Corea del Sur), que se celebrarán del 9 al 25 de enero de 2018. "En un contexto como este debemos seguir la situación, la evolución en el día a día, y esto es lo que estamos haciendo", dijo Christophe Dubi, director ejecutivo del COI para los Juegos Olímpicos, a los periodistas. "Tenemos un plan, y es en febrero en Pyeongchang, eso es lo que tenemos en mente. Sin embargo, estamos siguiendo la situación y el monitoreo en forma constante; es nuestro deber hacerlo", añadió.
La península coreana está sometida a una alta tensión desde hace meses por el desarrollo nuclear y de misiles de Corea del Norte, y debido al temor de que conduzca a una sexta prueba nuclear y a más lanzamientos de misiles balísticos desafiando las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU).
Los primeros Juegos Olímpicos de Invierno de Asia fuera de Japón se celebrarán en la ciudad montañosa de Pyeongchang, y la ciudad costera de Gangneung acogerá a miles de atletas.
Corea del Norte, aún técnicamente en guerra con Corea del Sur después de que su guerra (1950-53) terminase en una tregua pero no en un tratado, en ocasiones ha llevado a cabo pruebas nucleares o lanzamiento de misiles para coincidir con grandes acontecimientos políticos.
Además, Dubi dijo que era "prematuro" mirar otros lugares para la celebración de los Juegos. "No hay pensadas otras ciudades en este momento", subrayó.
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