El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, afirmó este martes que la negociación de las condiciones de la línea de crédito europea de apoyo a la banca española “va a exigir tiempo” ya que se trata de un “paquete complejo”.
Así lo indicó durante su comparecencia en la Comisión de Economía y Competitividad del Congreso de los Diputados, donde acudió a petición propia para informar sobre la ayuda europea a la recapitalización de la banca española, cuya solicitud oficial se realizó el lunes.
Las autoridades europeas han puesto a disposición de España una línea de hasta 100.000 millones de euros, aunque según los evaluadores independientes contratos por el Gobierno en el peor de los escenarios serían necesarios un máximo de 62.000 millones.
El titular de Economía explicó que la Comisión Europea y el Gobierno están negociando un “Memorando de Entendimiento” donde se establecerán tanto la modalidad de asistencia como la condicionalidad exigida.
El Ejecutivo espera que este proceso de negociación esté completado a principios de julio, y se pueda presentar al próximo Eurogrupo que se celebrará el 9 de julio, tras lo cual se procederá a su firma.
En paralelo, subrayó De Guindos, se está diseñando el “Acuerdo de Asistencia Financiera”, en el que se detallarán las “condiciones específicas” del préstamo como operación financiera.
En este sentido, el ministro señaló que se trata de un “paquete muy complejo, cuya negociación va a exigir tiempo”.
En todo caso, el responsable de Economía indicó que el Gobierno es consciente de su “extremada urgencia”, y por ello mantienen contactos con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con la Autoridad Bancaria Europea, para llevar a cabo todos los “trabajos preparatorios necesarios” y que “se agilicen todos los trámites”.
Pese a todo, reiteró que las condiciones de la línea de crédito serán "mucho más favorables" de las que tendría que soportar el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) en los mercados en estos momentos.
Por otra parte, el Gobierno está empezando a negociar las condiciones que se van a exigir al sector financiero, y que pasan por que los bancos que reciban fondos tendrán que presentar un plan de restructuración ordenada, condiciones horizontales para el conjunto del sector financiero, y medidas adicionales relacionadas con la segregación del balance de los activos problemáticos para las entidades que reciban apoyo público.
Sobre este tema, comentó que la Comisión "ha adelantado su preferencia por exigir a las entidades la segregación de los activos no problemáticos de los problemáticos, a fin de facilitar la transferencia de estos últimos fuera de balance".
El titular de Economía quiso dejar claro que la condicionalidad de la ayuda “sólo será específica” para el sector financiero, y “no se vinculará” a un programa de ajuste macroeconómico ni a nuevas medidas de política fiscal ni a reformas estructurales.
Además, explicó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) “ha sido invitado a apoyar técnicamente”, algo que consideró “redundará en una mayor transparencia y credibilidad del proceso”.
De Guindos defendió también en líneas generales el sistema financiero español está “sano”, que los problemas se centran en las entidades ya controladas por el Frob y que los tres grandes de la banca (Santander, BBVA y Caixabank) no requerirán capital adicional. Y ello, “ni siquiera ante un hipotético empeoramiento severo de la economía española”, destacó.
Además, aseguró que el resto de entidades podrían asumir sus necesidades de capital “por sí mismas o con un moderado nivel de ayuda pública”.
El titular de Economía destacó también “el Reino de España se responsabilizará de la ayuda financiera recibida”, y que el Eurogrupo respondió a la petición de apoyo del Gobierno “con un respaldo político firme y contundente”.
Desde el Ejecutivo subrayaron, por otra parte, que esta ayuda no se hubieron conseguido sin las reformas estructurales que se han llevado a cabo en los últimos meses.
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