El Gobierno etíope ha acusado este viernes al Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) de reavivar el conflicto a través de una "retórica beligerante", por lo que ha instado a los rebeldes a "asumir" su responsabilidad ante una posible ruptura de la tregua declarada en marzo. "El TPLF alegó falsamente que había sido atacado y que la tregua humanitaria unilateral podía considerarse inexistente. Su máquina de propaganda también se ha dedicado intensamente a socavar los esfuerzos de paz, así como a denigrar y atacar a la Unión Africana", ha explicado el Gobierno etíope en un comunicado remitido por el Ministerio de Exteriores. En este sentido, ha acusado al grupo rebelde de reclutar y entrenar "a la fuerza" a jóvenes de la región, al tiempo que ha señalado que ha movilizado a la población "a través de la coerción y la propaganda". "(El TPLF) lanzó la ofensiva, como se esperaba", ha agregado. "La naturaleza violenta arraigada del TPLF y su comportamiento reciente explican por qué no estaría preparado para la paz. El robo de combustible a plena luz del día por parte del TPLF destinado a la ayuda humanitaria muestra su total desprecio por el bienestar de las personas en la región y los principios humanitarios", ha explicado. El Gobierno etíope se refería a la denuncia del director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, quien señaló el jueves que el grupo había saqueado cerca de 570.000 litros de combustible en un almacén de la agencia en la capital regional, Mekelle. El TPLF tachó de "infundadas" las acusaciones y, en un comunicado, explicó que había "prestado" unos 600.000 litros de combustible al PMA y "simplemente" se limitó a pedir su devolución para utilizarlo en servicios básicos. El Ejecutivo ya dijo en un comunicado que el robo de combustible denunciado por el PMA es un crimen de guerra. Para Addis Abeba, el TPLF utiliza la ayuda "como arma" para su lucha, dando por hecho que el combustible presuntamente saqueado servirá, "sin duda", para perpetrar ataques. Las Fuerzas Armadas de Etiopía reanudaron esta semana las operaciones militar en la zona norte del país, donde el TPLF denunció el inicio de una "ofensiva a gran escala". La Fuerza Aérea confirmó el derribo de un avión que había entrado desde Sudán y que supuestamente llevaba armas para el grupo rebelde. La Unión Africana también sigue con "profunda preocupación" las noticias que llegan desde Etiopía y a través de su principal responsable, Musa Faki Mahamat, ha llamado, como el secretario general de la ONU, António Guterres, a un alto el fuego "inmediato" y a "reanudar las conversaciones para buscar una solución pacífica" al conflicto.
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