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El jefe del Ejército descarta un alto el fuego en la zona, mientras la ONU alerta de que la situación "es extremadamente volátil"
MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de Sudán han acusado a las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) de atacar con artillería otros dos hospitales en la ciudad de El Fasher, capital de Darfur Norte y uno de los epicentros durante las últimas semanas de los combates en el marco de la guerra desatada en abril de 2023 en el país africano.
El gobernador de la región de Darfur, el antiguo líder rebelde Minni Minawi, ha señalado en su cuenta en la red social X que las RSF "destruyeron" un hospital privado en el Gran Mercado de El Fasher, tras lo que ha denunciado otro ataque por parte de las paramilitares contra el Hospital Yebel Marra, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas.
"La milicia ha atacado todos los hospitales con artillería de alta precisión enviada desde Emiratos Árabes Unidos (EAU)", ha manifestado, en línea con las acusaciones vertidas por las autoridades sudanesas contra Abú Dabi por su presunto apoyo a las RSF, extremo rechazado por el Gobierno emiratí.
La organización no gubernamental Darfur Network for Human Rights ha confirmado también un ataque con "artillería pesada" contra el Complejo Médico Yebel Marra y ha agregado que "el ataque ha causado una destrucción sustancial de la infraestructura del hospital, impactando gravemente en su capacidad para dar atención médica".
"Testigos indican que todos las instalaciones médicas de El Fasher han quedado ya completamente destruidas por las RSF", ha apuntado, al tiempo que ha hecho hincapié en que "aún hay que evaluar el número de víctimas y las implicaciones generales para la ciudad" de estos ataques contra las instalaciones médicas de la localidad.
Por ello, ha abundado en que el aumento de los combates "supone un deterioro significativo del conflicto" y ha advertido de que "las violaciones de los Derechos Humanos están ahondando la crisis humanitaria en la zona", según un comunicado publicado a través de su cuenta oficial en X.
Por otra parte, el Ejército ha anunciado la toma de un barrio en la ciudad de Omdurmán, adyacente a la capital, Jartum, tras combates con las RSF, en lo que ha descrito como "un éxito significativo" frente a la "milicia terrorista" encabezada por Mohamed Hamdan Dagalo, conocido popularmente como 'Hemedti'.
En este contexto, el jefe de las Fuerzas Armadas y líder del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, ha reiterado su rechazo a "ir a la mesa de negociaciones" con las RSF en la ciudad saudí de Yeda y ha añadido que "no habrá un alto el fuego" en El Fasher hasta que los paramilitares no se retiren de la zona.
"Puede que perdamos batallas, pero no vamos a perder la guerra. Incluso si perdemos soldados, el pueblo sudanés es numeroso. Si perdemos equipamiento, no repararemos en gastos para reemplazarlo", ha zanjado, después de que las RSF tomaran la capital del estado de Sennar (sureste), Singa.
"Confiamos en la voluntad de nuestro pueblo y en la determinación de nuestras fuerzas", ha argüido Al Burhan, quien ha afirmado que la victoria de las Fuerzas Armadas "es inminente", tal y como ha recogido la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA. "Somos victoriosos y este enemigo desaparecerá", ha prometido.
ALERTA DE NACIONES UNIDAS
El portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, ha reiterado durante las últimas horas que la situación en Sudán "es extremadamente volátil". "Desafortunadamente, los combates se están extendiendo a otras partes del país, lo que está teniendo un enorme impacto sobre los civiles inocentes", ha lamentado.
Así, ha señalado durante su rueda de prensa diaria desde Nueva York que el número de desplazados ha aumentado durante los últimos días a causa de los enfrentamientos en Sennar, de donde han huido más de 60.000 personas, según datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA),
"Hay informaciones sobre inseguridad en Abú Huyar y Al Dali, en el mismo estado. La mayoría de estas personas se están desplazando hacia el este, hacia el estado vecino de Gedaref", ha especificado, antes de abundar en que los trabajadores humanitarios desplegados sobre el terreno temen que la cifra de desplazados "aumente en los próximos días".
"Tanto nosotros como nuestros socios humanitarios estamos presentes en Gedaref y preparamos comida y suministros nutricionales para la llegada de personas que han huido de sus hogares", ha detallado, antes de pedir a las partes en conflicto que reduzcan los combates para proteger a los civiles y garantizar un "paso seguro" a aquellos que están intentando huir.
En esta línea, ha incidido en que las "alarmantes" proyecciones sobre inseguridad alimentaria "confirman que Sudán hace frente a una catástrofe de hambre en una escala no vista desde la crisis en Darfur a principios de siglo". El país es además la mayor crisis de desplazamiento del mundo, con más de diez millones de desplazados internos y refugiados.
Alrededor de 25,6 millones de sudaneses, más de la mitad de la población, harán frente a inseguridad alimentaria aguda entre junio y septiembre, incluidos cerca de 750.000 que sufren niveles catastróficos de inseguridad alimentaria, según indicaron la semana pasada tres agencias de Naciones Unidas, que indicaron que catorce zonas del país se encuentran en riesgo de hambruna.
La guerra estalló el 15 de abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar --ahora declarado como una organización terrorista-- en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento definitivo de la transición abierta en 2019 tras el derrocamiento del régimen de Omar Hasán al Bashir.
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