Un grupo de científicos de la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) e instituciones asociadas han aportado nuevas pruebas de que los adultos con cáncer que tenían antecedentes de diabetes de tipo 2, enfermedades cardiovasculares o ambas tenían más probabilidades de morir en comparación con los pacientes con cáncer sin antecedentes de estas comorbilidades. Así lo indica este nuevo estudio publicado en la revista 'BMJ Medicine'. Esta desventaja en la supervivencia también se observó en tipos de cáncer menos frecuentes, como los de cerebro, estómago, ovario y vejiga. En el estudio, que incluyó a casi 27.000 personas de siete países europeos con un primer diagnóstico de cáncer primario, casi 4.200 (15,5%) de los participantes tenían antecedentes de comorbilidad cardiometabólica (enfermedad cardiovascular, diabetes de tipo 2 o ambas) antes de que se diagnosticara el cáncer. Se produjeron 12.782 muertes (10.492 por cáncer) durante un periodo de seguimiento medio de 7,2 años. Tras los ajustes multivariables, las comorbilidades preexistentes se asociaron positivamente con la mortalidad por todas las causas, con cocientes de riesgo de 1,25 para los participantes con diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular o ambas, respectivamente, en comparación con los participantes sin comorbilidad cardiometabólica. De este modo, el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular y por otras causas (incluidas enfermedades digestivas) aumentó sustancialmente entre los supervivientes de cáncer con antecedentes de enfermedad cardiovascular y de diabetes tipo 2, respectivamente, en comparación con los que no tenían tales antecedentes. Además, la mortalidad específica por cáncer también aumentó en los supervivientes de cáncer con estas comorbilidades cardiometabólicas en comparación con los que no tenían dichas comorbilidades.
TRATAR DE FORMA ÓPTIMA CÁNCER Y COMORBILIDADES CARDIOMETABÓLICAS
Desde IARC aseguran que los resultados de este estudio respaldan el papel directo de las comorbilidades cardiometabólicas en el pronóstico del cáncer. Por ello, recomiendan a los médicos que tratan a personas con cáncer que también traten de forma óptima las comorbilidades cardiometabólicas. Para los expertos, la investigación futura debería examinar formas de convertir eficazmente estos hallazgos en beneficios prácticos para los pacientes con cáncer y comorbilidades cardiometabólicas, reduciendo así la mortalidad asociada.
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