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El Departamento de Estado de Estados Unidos ha anunciado restricciones de visado a más de 250 funcionarios del Gobierno de Nicaragua, liderado por el presidente Daniel Ortega, en represalia por amenazar la democracia y privar al pueblo nicaragüense de sus "libertades fundamentales". "Al cumplirse siete años de la brutal ola de represión contra los manifestantes por parte del régimen de Ortega y Murillo, reflexionamos sobre el coraje y el deseo de los manifestantes de vivir en una Nicaragua libre de tiranía", ha señalado en un comunicado el secretario de Estado, Marco Rubio. La medida, llevada a cabo de conformidad con la proclamación presidencial 10309, "suspende la entrada a Estados Unidos como inmigrantes y no inmigrantes de miembros del Gobierno de Nicaragua y otras personas que implementen políticas o acciones que socaven las instituciones democráticas o que se beneficien de ellas". Con estas nuevas restricciones anunciadas este viernes, son ya más de 2.000 los funcionarios que no pueden entrar al país. "Estados Unidos no tolerará que Ortega y Murillo sigan atacando a Nicaragua", ha reiterado el secretario de Estado. La deriva antidemocrática se agudizó tras las protestas de 2018, que dejaron más de 300 muertos, y se ha traducido en detenciones arbitrarias, expulsiones forzadas y privación de nacionalidad, así como la cancelación de numerosas ONG y universidades que fueron el foco de las manifestaciones antigubernamentales.
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