| ||||||||||||||||||||||
Jesús Salamanca
La tronera
Jesús Salamanca Alonso nació en Arrabal de Portillo (Valladolid). Maestro. Licenciado en Historia por la UNED. Realiza el doctorado sobre "La cuestión Iglesia-Estado: impacto y reacción en Valladolid durante la Segunda República". Analista político, dedicado a la investigación sobre terrorismo, política y educación. Articulista desde hace veinte años. Colabora en Diario Siglo XXI, El Mundo-Diario de Valladolid, El Mundo-La Crónica de León, Diario Directo, Minuto Digital, Análisis Digital, Asturias Liberal, España Liberal, Foro Liberal, Castilla y León Liberal y Diario Liberal, entre otros. También colabora como firma invitada en Batiburrillo. Durante años ha colaborado en El Norte de Castilla, Escuela Española, Magisterio y diversas revistas locales, sindicales y de opinión.
Ha trabajado en la Obra de Protección de Menores, CENEBAD, Técnico Asesor en la Consejería de Educación de CyL, Asesor Técnico docente en la Dirección Provincial de Educación, sindicalista... Actualmente, además de numerosas colaboraciones diarias en medios de comunicación escritos, trabaja como profesor y director de Centro de EPA. |
|
«Madrid tiene un buen alcalde, sin duda, y una espléndida presidenta», en palabras de exvotantes de la izquierda. Hay que ser muy ignorantes para negar las evidencias. A los hechos y resultados me remito. Sin embargo, el Gobierno central prefiere gastar el dinero en 1.200 asesores a dedo que en un hospital público en previsión de nuevas olas pandémicas y de futuros contratiempos sanitarios de gran alcance.
Estoy convencido de que con este Gobierno de fracasados miembros no nos auguran en Europa un futuro tranquilo a corto plazo, ni siquiera esperanzador. Desde Bruselas y desde la propia Comisión Europea deben de poner todos los medios para que Sánchez no llegue a la presidencia turnista de la Unión Europea: no es momento de hacer el ridículo, ni de que se gasten 140M de euros en pavonear y mentir.
Hace tiempo que venimos observando ciertos complejos en Pedro Sánchez cuando se enfrenta a Núñez Feijóo en el Senado. Los expertos también aprecian cómo se muerde la mandíbula ante situaciones incómodas y, frente a Alberto Núñez, el gesto lo repite constantemente. Numerosas fotografías y secuencias grabadas lo demuestran.
A la izquierda prebendada --empezando por Más Madrid y sus teatreros, además de corrompidos líderes-- le ha faltado tiempo para decir que era un «fake» lo del aviso de congelación de los fondos europeos por parte de Bruselas si no se cumplían los criterios fijados por Bruselas. Apenas lo han lanzado a las redes sociales se han dado de bruces con la realidad.
Me sigue pareciendo vergonzoso que el Gobierno socialcomunista consienta y apoye las palabras y reflexiones de Irene Montero sobre el «blanqueo» de la pederastia y no la cese inmediatamente. ¿Habrá respetado el presidente Sánchez la continuidad de la ministra del postureo por el apoyo recibido del arzobispo de Valladolid, dando por buenas las palabras de la «consagrada exmarquesa»? ¡Ay, Argüello, Argüello!
El daño ya está hecho. La gravedad de las declaraciones de esta muchacha a quien, para desgracia de la sociedad española, le han regalado un ministerio inservible más para jugar que para trabajar, merecen una reprobación ante el grado de degeneración al que ha llegado. No conozco docente que dé el visto bueno a tan miserables declaraciones que «blanquean» el delito de la pederastia.
Existe en Ferraz fundado nerviosismo por los sondeos que alertan de la pérdida de Moncloa por parte del felón y mentiroso, Sánchez. La tensión ha hecho perder los papeles al trapacero presidente. Y esa actitud no es más que la cosecha recogida de lo sembrado. Hasta el PNV ha tardado en reaccionar y en darse cuenta de que le han tenido engañado las huestes falsarias del degenerado socialismo, más conocido como «Sanchismo».
Hasta ahora la ‘Belén Esteban’ del gobierno se ha salido de las lindes en numerosas ocasiones y otros ministros le han tenido que llamar al orden. Nadie entiende eso de exigir a las grandes superficies la cesta «low cost» para la ciudadanía y, mientras, incitar a la población a que acuda a las tiendas de barrio. Estos comunistas de alcachofa y alpargata solo son especialistas en demagogia barata y en mentir de relleno. La Yoli no sabe qué hacer para llamar la atención.
Estamos acostumbrados a que el socialcomunismo ponga el foco en horteradas que distraigan de los muchos y graves problemas de España; unos problemas que son culpa exclusiva de la nefasta gestión del Ejecutivo. Recuerden algunas de las bufonadas del mentiroso, Pedro Sánchez: la estupidez de eliminar la corbata; la cuestión inútil de los escaparates; la memez de la espada de Bolívar; la mentira de las ayudas al campo y a los afectados por incendios, por citar algunos.
¿De qué sirve el Consejo de Transparencia si nadie le hace caso? Pedro Sánchez «El mentiroso» pasa de las peticiones de ese organismo, pero sus fechorías se sabrán al detalle cuando esté de patitas en la calle. No faltará quién le reclame el importe en dinero, aunque se acogen a lo de la seguridad presidencial. ¿Pero creen que a la ciudadanía nos preocupa la seguridad del presidente? Sepan que a los afectados por los ERE sí se lo reclaman a diario y no pueden salir de casa.
¡Vaya la que le ha caído a Sánchez en Sevilla! Pitos, insultos varios, desprecios de todo tipo sin que faltaran los gritos de «¡Fuera!» y «¡sinvergüenza!» No sé qué pensaba que podía suceder cuando en ningún lugar pasa desapercibido, ni es recibido de buenas maneras. Todo empezó en la Plaza Mayor de Salamanca, durante el posado de la Conferencia de presidentes, y se extendió al pueblo charro donde le organizaron un paseo de desagravio.
Permítanme dudar de la ventolera que estos días recorre Argentina. Como dice el periodista, Marcelo Duclos: «Dudo de todo y no es mi culpa, es del kirchnerismo». No menos dudas recogen al respecto las redes sociales; ello es debido a que la izquierda nos tiene acostumbrados a estas cosas cada vez que ve próxima la soga del ahorcado. Precisamente, ni Cristina ni el Kirchnerismo atraviesan su mejor momento.
|