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Aunque en la política todo es posible y en España e Italia abarca lo más inesperado de lo imposible, basta mirar a la Roma de hoy desde la columna de Trajano –el emperador nacido en Itálica- o de un palco para autoridades laicas del Coliseo romano, para que aquí en España se le abran a uno las carnes a la par que sentir los vítores de Vox y el pataleo del sector más conservador del Partido Popular.
Según datos de Unespa, en España hay más de 3,3 millones de vehículos asegurados de dos ruedas entre ciclomotores, scooters y motocicletas. Se trata de un sector que ha sabido resistir las crisis gracias al esfuerzo comercial de fabricantes, concesionarios, compañías aseguradoras… Y también por las numerosas ventajas que ofrecen dichos vehículos en comparación con los automóviles.
Poder comunicarte con tus compañeros de viaje para indicar alguna incidencia en la carretera o poder recibir las indicaciones de tu navegador para no tener que quitar los ojos de la vía, son varios de los motivos por los cuales su uso se ha extendido entre el colectivo motero. Pero, su utilización todavía sigue siendo alegal.
El calor y el sol de esta época del año nos afecta a todos. Especialmente a la hora de vestir, buscamos las prendas más ligeras y cómodas posibles para poder soportar las altas temperaturas en nuestro día a día, algo que algunos moteros también hacen no llevando casco o guantes, utilizando pantalones y camisetas cortas o yendo descalzos o con chanclas, poniendo, en muchas ocasiones, en riesgo su integridad física en caso de sufrir un accidente.
Rebasar los límites de velocidad, adelantar con línea continua, saltarse un STOP o un ceda el paso, o incluso ir sin casco son prohibiciones que todo motero conoce y también son las multas más comunes.
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