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Este, vasto y elocuente sustantivo Antológico Bicentenario Centroamericano, publicado en Septiembre 2021, por la Editorial Ayame Editorial de México, presenta la recogida urgencia histórica, en manos y mentes modernas. Ese caudal de información pictórica, poética y narrativa es todo un rosario de la cultura de las artes.
Pocas Antologías reúnen polivalencia tan intensa como la presente compilación, que concentra la obra de setenta y nueve destacados escritores, poetas y artistas plásticos de seis países, con matiz epidérmico, acentos y coordenadas diferentes; que no se adhieren a una escuela o movimiento en particular, comparten una visión forjada por doscientos años de lucha en pro de los ideales, unidos por la fuerza histórica, social, económica y cultural.
El miércoles 15 de septiembre del presente año, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, conmemoraron doscientos años de independencia. Estos cinco países centroamericanos se independizaron de España el sábado 15 de septiembre de 1821, y unos días después, Panamá siguió sus pasos. En honor a esta fecha, tuve la iniciativa de emprender el proyecto de la Antología del Bicentenario de Centroamérica.
El 6 de agosto del año en curso recibimos una llamada del genial artista hondureño Johnny McDonald donde nos comunicaba que el joven intelectual poeta, escritor, gestor cultural y columnista internacional nicaragüense Carlos Javier Jarquín andaba en busca de alguien que escribiera el epílogo de la “Antología del Bicentenario de Centroamérica”.
Esta obra es independiente de toda ideología política, interés económico y credo religioso. Nuestra misión es hermanarnos a través del arte y enviar una cordial invitación, para conocer, promover y difundir las similitudes culturales y artísticas que, como centroamericanos, compartimos en el trascurso de la historia.
Hay seres que se prodigan de tal manera que dejan huella duradera en el tiempo. Es característico que esos seres se entreguen en forma de puente, porque engarzan el pasado con el presente, de tal manera que, es previsible su visión esperanzadora de futuro. Futuro que es más cierto en la medida que las sociedades garantizan la conservación de sus raíces.
Ingresó como miembro de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) en el año 2000, lo que supuso un reconocimiento del gremio literario a su capacidad creadora y dominio del lenguaje. Las muchas facetas del cineasta y escritor recibieron su máxima recompensa en 1995, año en el que recogió en Oviedo el Príncipe de Asturias de las Artes.
La situación de nuestro país no ha cambiado, incluso ha empeorado, y hay empeñados en ir haciendo desaparecer nuestra historia, nuestra memoria. Recordar una de nuestras mejores historias cada cien años, máxime cuando los niños no la conocen en la escuela, me parece fatal. Menos mal que hasta ahora en Granada celebramos el dos de enero de cada año el día de la toma, aunque cada vez con más contradictores.
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