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Cada día más, queremos, en nuestra vida habitual, comer sano y natural, comer productos de kilómetro cero, y lo mismo deseamos para nuestra piel. Nos gusta espléndida, sin artificios, maravillosa, nuestro cutis es nuestra carta de presentación, si nos mantenemos ágiles después de andar o de hacer pilates y gimnasia también queremos mirarnos al espejo y ver nuestra cara resplandeciente y sin artificios.
Aunque a menudo lo pasamos por alto, protegerse del sol es vital si no se quieren correr ciertos riesgos. El caso es que casi siempre nos aplicamos la crema, loción u spray solar en las mismas áreas del cuerpo, obviando algunas otras que también son importantes, como las orejas, los párpados, los pies… e incluso debajo del bañador.
En un mundo cada vez más consciente de los desafíos ambientales, la protección de los océanos y los arrecifes de coral se ha convertido en una prioridad urgente. A medida que crece la conciencia sobre el cambio climático, la contaminación y la sobreexplotación de los recursos marinos, también se ha comenzado a prestar atención a los efectos dañinos que tienen algunos productos cotidianos en los ecosistemas marinos.
Puede parecer un detalle menor pero no lo es… ¿va antes la crema hidratante o el protector solar? Y es que la secuencia en que aplicamos estos productos tiene un impacto significativo en su eficacia, en la salud y en la apariencia de nuestra piel. Responder al orden correcto no sólo optimiza su funcionamiento, también asegura que obtengamos sus máximos beneficios.
Son muchos los que piensan que en el legado de nuestros ancestros es fácil encontrar soluciones de siempre que funcionan aún en la actualidad. Y es que en los remedios caseros de antaño hay mucha sabiduría popular, asociada históricamente a las hierbas y a los ingredientes curativos que la propia naturaleza nos brinda.
El cuidado de la piel ha estado presente entre los hábitos de belleza de la sociedad desde hace décadas. Sin embargo, con una incidencia del cáncer de piel que alcanza los 78.000 nuevos casos al año en nuestro país, los españoles cada vez priorizan más el cuidado de su piel, no solamente desde un punto de vista estético, sino también en lo referente a la salud.
El estrés ha sido el compañero no deseado de muchas personas durante esta pandemia. Los cambios que han traído el coronavirus y sus medidas a nuestro día a día han pasado factura a muchos españoles. Las dudas sobre el futuro y las preocupaciones por nuestra salud y la de los nuestros han afectado a la salud psicológica, pero también a la física.
En la primera mitad de 2020, más de 168.000 mujeres fueron madres en España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Durante todo 2019, nacieron unos 361.000 bebés, una cifra un poco más baja que en años anteriores. Por ejemplo, en 2016 hubo más de 410.500 nacimientos.
Dormir bien es una de las claves de una vida sana. Un buen descanso, combinado con una alimentación saludable y un poco de ejercicio físico de forma regular, consigue alejar un gran abanico de enfermedades y dolencias: desde la obesidad hasta el estrés e, incluso, los problemas relacionados con la memoria.
Si por tu trabajo tienes que estar mucho tiempo sentado, intenta hacerte con un reposapiés para mantener los pies elevados.También son de mucha ayuda ciertos ejercicios como el de encoger y estirar los dedos, caminar descalzo durante unos minutos por casa o mover los pies haciendo círculos con los tobillos.Mima tus pies mientras cuidas su aspectoUna forma perfecta de dejar tus pies como nuevos son los calcetines efecto peeling y exfoliantes (una excelente mascarilla para los pies) que promueven la renovación celular de la piel.Uno de sus principales efectos de su eficaz fórmula concentrada es el de eliminar la piel seca dando paso a unos pies totalmente renovados.
Los pies soportan tu peso durante todo el día, sin duda se merecen un descanso. Al acabar el día puedes recompensarlos con un baño de agua caliente con aceites esenciales, sal gruesa o vinagre de manzana. Otra forma de recompensarlos son los geles fríos que reducen el cansancio y la tensión y proporcionan una agradable sensación de frescor. Es recomendable no tener los pies en remojo por más de media hora y sobre todo, secarlos muy bien después del baño para evitar hongos.
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