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Pese a que la intención de la nueva Ley de Vivienda es facilitar el acceso de los jóvenes a la vivienda, establecer topes en el precio del alquiler y regular los impuestos a grandes tenedores, son muchos los economistas y expertos inmobiliarios que apuntan que los efectos de esta nueva legislación pueden ser totalmente contrarios y provocar una reducción de la oferta y una mayor segmentación del mercado.
No pretendo abordar en este artículo el fenómeno de los desahucios, tan de moda de un tiempo a esta parte, y sobre el que coexisten posturas antagónicas, todas con algo de razón, por cierto. Me referiré por esta vez a un desahucio en concreto, el que tuvo lugar en mi ciudad ha no tanto, pero sabiendo que ni es el primero ni será el último de esta naturaleza. ¿De qué naturaleza?, se preguntarán. Pues voy con ello.
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