| ||||||||||||||||||||||
Desde los primeros días de su dominio sobre Afganistán, los talibanes han hablado de proporcionar seguridad total y poner fin a la guerra. Lo han mencionado con orgullo en todas las reuniones y discusiones internas y externas. Mientras que en tan solo cuatro días de esta semana, más de 200 personas han resultado muertas y heridas en dos ciudades y en dos lugares que estaban bajo estrictas medidas de seguridad e inteligencia de este grupo.
Para millones de afganos y afganas, comienza de nuevo la difícil tarea de reconstruir Afganistán. Estados Unidos tiene el deber de apoyar estos esfuerzos, sin intentar controlarlos. Estados Unidos, el último imperio en huir de este país, también debería aprender, de una vez por todas, que no se puede bombardear el camino hacia la paz.
Sin lugar a dudas, la crisis del Covid19 ha venido a presentar un panorama complejo lleno de incertidumbres económicas, empresariales y laborales para el conjunto de la ciudadanía de nuestro país. Nadie, hoy se atreve a dibujar con certeza el escenario de los próximos meses en un entorno tan cambiante como el de esta crisis que ha golpeado con tremenda dureza a las economías nacionales y el tejido productivo de todos los países del mundo.
|