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El 19 de agosto se cumplieron 70 años del derrocamiento de Mohammad Mosaddegh, el primer líder político iraní elegido democráticamente como primer ministro de ese país. Este derrocamiento constituyó el primer golpe de Estado de la era moderna orquestado por Estados Unidos y signó el comienzo de décadas de golpes de Estado, asesinatos y “cambios de régimen”.
Al parecer, ahora son los golpes de estado en Estados Unidos los que contagian su mal ejemplo a Latinoamérica, falsa paradoja si consideramos que siempre las dictaduras fueron irradiadas desde el país que se auto postulaba como promotor de la democracia.
Escribió Montesquieu al hablar de Roma, que cuando las legiones romanas cruzaron los Alpes y el mar, durante campañas de conquista, los generales que ocupaban los países sometidos sentían su propia fuerza y dejaban de obedecer las órdenes de Roma. Con esa dinámica, era frecuente que al volver de sus victoriosas campañas, los generales regresaran para asumir como emperadores.
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