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El Banco Central Europeo (BCE) celebra mañana su última reunión del año y lo que está claro es que anunciará un nuevo recorte de los tipos de interés oficiales, el cuarto de 2024, pero es posible que no sea tan drástico como algunos sectores esperan.
Se espera que la reunión de julio transcurra sin incidentes y que el Consejo de Gobierno mantenga sin cambios los tipos de interés oficiales en el 3,75% de la facilidad de depósito. Según la presidenta Lagarde, la solidez del mercado laboral permite al BCE tomarse tiempo para recabar nueva información. En consecuencia, el BCE no tiene prisa por recortar más los tipos.
Dado el aumento de la incertidumbre, el Consejo de Gobierno del BCE debe estar bastante contento de que la última vez se telegrafiara una pausa en términos nada ambiguos tras una subida de 25 puntos básicos que parecía posiblemente la última de este ciclo. Es lógico que la reunión del Consejo sea lo menos agitada posible.
Verán, si a los ciudadanos españoles nos preguntaran quién nos inspira mayor confianza en materia económica, si la vicepresidenta, señora Calviño, o la gobernadora del BCE, señora Christine Lagarde, en atención a sus currículos y a la vista de sus respectivas actuaciones en sus empleos actuales, me temo que la señora Lagarde saldría vencedora por goleada.
La ex ministra de Finanzas se ha visto salpicada por el llamado 'caso Tapie' que investiga la vinculación del magnate galo con el ex presidente Nicolas Sarkozy, a quien prestó apoyo en las dos últimas elecciones.
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